"Legalizan la fuerza de choque de algunos intendentes"
Silvana Melo
Una singular sociedad entre el Frente para la Victoria sciolista, La Cámpora, el Frente Renovador, Nuevo Encuentro y el denarvaísmo terminó con el parto de una ley con media sanción cuyo texto se atribuyen Dulce Granados (esposa del actual ministro de Seguridad) y Marcelo Sain. La UCR de Alejandro Armendáriz votó en contra y, en entrevista con EL POPULAR, el diputado exhibió el abanico de razones por las que la policía municipal le parece una profundización del problema que se intenta atacar.
A minutos de un acto nacional de FA - UNEN en la Universidad de Avellaneda, Armendáriz comenzó con una consideración tajante: "No va a solucionar el problema de la seguridad, que es un problema complejo, con muchas aristas". Para el diputado, "la base de la inseguridad es la inequidad: es importante que haya mayor presencia policial pero eso no soluciona el problema".
Aquel discurso al que adhirió José Eseverri, durante tanto tiempo es uno de los argumentos fuertes del radicalismo legislativo: "La seguridad es indelegable de la Provincia. Tirarles el problema a los intendentes no es lo mejor". Armendáriz (hijo de aquel primer gobernador del regreso de la democracia) relató la visita de legisladores mexicanos y la "terrible experiencia" con las policías locales: "fueron el germen desde donde los narcos y las mafias se enquistaron en las fuerzas de seguridad". Por lo tanto, la argumentación contraria se remonta a una experiencia internacional (México) y la favorable a otra experiencia internacional (Guardia Urbana de Barcelona).
El diputado radical vislumbra un futuro cercano con "una policía nueva, sin experiencia, con pocas herramientas, teniendo en cuenta que de los tres niveles del Estado, el que menos herramientas tiene es el municipio". Pero además con una financiación aparentemente endeble: "lo que se aprobó en Diputados no prevé fondos coparticipables, es decir no hay llegada directa de los fondos al municipio". Por lo tanto, el financiamiento va a sufrir los mismos reveses que los proveedores de los comedores escolares y las becas de los hogares de día, por dar apenas dos ejemplos. "En una provincia con problemas fiscales serios, que no pudo juntar 1.000 millones para pagarles a los docentes en tiempo y forma, ahora se van a invertir 5.000 millones en una policía nueva", se queja Armendáriz.
El legislador admite que las instituciones ("tanto la Policía como la Justicia") son deficitarias en cuanto a la respuesta a los problemas de la gente. "Es cierto que hay que reformarlas sacar las manzanas podridas y permitir que los buenos funcionarios puedan cumplir con su trabajo". Y se pregunta "por qué no se invierten recursos en la Policía Judicial. Se le ha asignado un presupuesto escasísimo". Una entidad que fue vista como imprescindible en la relación de los fiscales con la policía, que termina instruyendo causas en las que está directamente implicada o en las que existen negocios con los acusados. "Está a la vista que es bajísima la tasa de condenas, porque no se instruye bien. No hay policía profesionalizada. Pero se vende desde el gobierno provincial lo que la sociedad compra mejor: Scioli es candidato a presidente, entonces le importa que a la gente le parezca que trabaja".
"Y ahora -agrega Armendáriz-, entre el Frente Renovador y el Frente para la Victoria, juegan a ver quién vende mejor". El radical saladillense reconoce que "en algunos municipios, como claramente sucede en el Conurbano, hay una asociación entre el poder político, la policía, la mafia, los barrabravas. Entonces concederles una policía propia es legalizar la fuera de choque de algunos intendentes". Es fundamental, dice, "atacar a la mafia con instituciones limpias y tocar los recursos económicos que blanquean estas organizaciones mafiosas, a través de negocios inmobiliarios por ejemplo".
Mientras tanto, al mediodía de ayer, Scioli, Mariotto (el hombre de los extraños serpenteos) y los senadores oficialistas tomaron sopas diversas en la residencia del Gobernador: se les encargó especialmente que la ley de policías locales saliera airosa y fuerte de la Legislatura el próximo jueves.