Cacho Fernández

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Tras la escasa o nula radicación de empresas que sufre Azul, ahora está a punto de cerrar definitivamente la ex planta Sudamtex o las tres empresas que se derivaron. El conflicto productivo y laboral ocultaría un verdadero negocio inmobiliario de gran dimensión producto de una supuesta negligencia administrativo-municipal y "la laxitud de los controles que hubo sobre los emprendimientos", apuntó el abogado y ex concejal, Luis Conti, quien viene patrocinando a los 40 trabajadores que hoy ya no trabajan y que tampoco tienen un peso para poder vivir.

En un rapto de voluntarismo, el intendente, José Inza, ha manifestado que "no va a permitir que se cierren tales fuentes de trabajo, pero no dijo cómo lo iba a hacer. Es más -subrayó Conti-, no tiene ni el teléfono del empresario y son los mismos trabajadores quienes se lo han alcanzado". Pero el jefe comunal azuleño criticó a "los empresarios golondrinas", aunque nada dijo de cómo hacer para que no migren.

El mismo Conti llegó a decir que los propietarios de las empresas serían "incumplidores compulsivos", categoría refrendada por un análisis periodístico de Carlos Comparato que asegura que "la familia propietaria hace más de doce años que está radicada, que nunca cumplimentó las pautas que estipula la ordenanza l947 y que fue esta administración la que le entregó la escritura".

Lo cierto es que hoy las tres empresas están paradas, los 40 operarios cobraron su quincena pero se quedaron por ahora sin trabajo y no hay miras a que se reanude la actividad, y la gente de Azul se prepara para enfrentar un conflicto social con muy pocos precedentes. Uno más en una ciudad que poco a poco se va quedando sin actividad industrial.

Un negocio inmobiliario

En primer lugar, el tema pasaría por un negocio inmobiliario importante. Según Luis Conti, cuando se radicaron las empresas "necesitaban apenas 3 hectáreas para funcionar pero le vendieron 26. Comenzaron a subdividir la empresa en tres, HM Azul, TRC SA y Mourillos SA, aunque los dueños son los mismos. Tanto es así que Néstor Arias firma por todas".

Para dar cuenta de la dimensión del negocio inmobiliario que estaría detrás, porque "apuntarían más a esto que a lo productivo", remarcó, Conti recordó que "el intendente de entonces, Omar Duclós, les vendió 26 hectáreas cuando realmente necesitaban tres, en 300 mil dólares. Esto fue durante la convertibilidad. Luego se transformaron en pesos uno a uno, pero nunca se les entregó la escritura. Empezaron a subdividir la fábrica y a partir de ese momento, fue el intendente Inza quien se la terminó entregando. En síntesis, se les vendió el predio a un precio baratísimo, se les fueron dando todas y ahora quieren hacer un negocio inmobiliario. Para colmo, en Azul no hay una política de radicación industrial y el PIDA (Parque Industrial de Azul), representa la improvisación".

Para Conti, si bien Inza les entregó la escritura, que dicho sea de paso, "no aparece por ningún lado, la empresa no puede vender esas tierras porque además la ordenanza condicionaba la venta a varias cosas, entre ellas, la de preservarlas fuentes de trabajo. Sin embargo, este negocio inmobiliario se lo puede detener aunque me cuesta horrores mantener un diálogo con la empresa porque hay que decirles que no pueden vender eso y que el Municipio tiene toda la intención de recuperar el predio". De todos modos, por la desprolijidad del proceso, habría un conflicto judicial en puerta porque posiblemente la firma podría reclamar sus derechos si es que realmente tiene la escritura en su poder.

Las tres firmas, surgidas hipotéticamente por presuntos problemas societarios, se dedican a la fabricación de fibra e hilo de poliéster, pero como insistió Conti, apuntarían "mucho más a un negocio inmobiliario que a uno productivo".

La continuidad o la quiebra

¿Hay solvencia en los propietarios?. El abogado Luis Conti advirtió que "son los productores de cierres de Argentina y tienen una planta con 200 trabajadores en Buenos Aires. Lo que pasó es que acá se relajaron los controles, venían un poco mal, tenían mucha capacidad operativa pero obsoleta, trajeron hace cuatro o cinco años unas máquinas chinas pero luego dejaron de hacer inversiones. Lo que hacen era a partir de un derivado del petróleo, pero ahora se lo fabrica con el descarte de las botellas de plástico. Además, si bien venían con obreros en condiciones precarizadas, desde hace cuatro o cinco años se sindicalizaron y entraron en el convenio de la federación de sindicatos del plástico, y a partir de ello comenzaron a tener muchos mejores sueldos que fueron desde los 10 mil a los 14 y 15 mil pesos por mes. A la par habrían tenido algunos problemas contributivos que les impidió contratar una ART y las condiciones laborales se fueron relajando. Hubo accidentes de trabajo y eso trajo aparejado muchos conflictos con el gremio".

Ahora hubo reunión con el sindicato "y nos pidieron aguardar hasta el lunes o martes para ver si se puede negociar -dijo Luis Conti-. Pero el tema sigue muy complicado porque la empresa pretendería cambiar el régimen laboral reduciendo la jornada de trabajo y bajar las inversiones. Lo cierto es que hoy por hoy hay cuarenta familias sin trabajo que cobraron la última quincena y los dueños desaparecieron. No están en Azul, se llevaron una máquina de una empresa pero quedó el resto de la infraestructura".

El otro tema es, en un caso extremo y tal como ocurrió a fines de los noventa, si las tres empresas se pueden cooperativizar. Conti aclaró que sí se podría, "se tiene que recuperar el predio, plantear la quiebra y reclamar las indemnizaciones del personal. Y luego ver el tema de la continuidad empresaria. Ahora se les va a estar mandando telegramas reclamando el pago de las quincenas porque los trabajadores no tienen para vivir y debe haber sin duda alguna asistencia municipal". Seguramente, ante una eventual cooperativización, habrá una reacción gremial y eso también es una variable a tener en cuenta.

La situación es un verdadero deja vu de otras que el país ya ha vivido, sea por cuestiones económicas o por negligencia política. En esta semana se podrá ver algo del desenlace de un conflicto que ya se venía insinuando pero que no se hizo nada para evitarlo.