Daniel Puertas

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La decisión del gobernador Daniel Scioli de crear las Policías Locales por decreto fue recibida con satisfacción en el Frente Renovador y con reservas y ciertas aprensiones en el kirchnerismo puro y con bronca en el FA - UNEN, estados de ánimo que se acentuarán o modificarán cuando se conozca el texto del decreto y se sepa cómo será finalmente el nuevo cuerpo de seguridad.

La base del decreto será el proyecto elevado originalmente a la Legislatura, por lo que seguramente desaparecerán varios de los cambios introducidos por Marcelo Sain y legisladores de La Cámpora en la Cámara de Diputados, aunque es difícil que los eliminen a todos, ya que de lo contrario se resquebrajaría notoriamente el frente interno.

Por lo pronto, ya se anticipó que los policías podrán llevarse el arma a su casa una vez concluido el turno de servicio, por lo que se supone que también el estado policial durará las 24 horas. De la misma forma, en ámbitos políticos se descontaba que las policías municipales pueden llegar a ser un apéndice de la Bonaerense, algo que tanto La Cámpora como Nuevo Encuentro trataron de evitar por todos los medios.

También se cree que desaparecerán las restricciones a la privación de la libertad y que los policías municipales estarán facultados para detener personas por "averiguación de antecedentes".

No se sabe qué pasará con otros artículos que son muy importantes aunque no hayan estado presentes en las polémicas entre renovadores, sciolistas y kirchneristas, como el cupo femenino y las unidades abocadas exclusivamente a la violencia intrafamiliar y de género.

En el proyecto original ya se vedaba el ingreso a las policías municipales a todos aquellos que hubieran sido miembros de otra fuerza de seguridad, pero en Diputados esa prohibición se extendió también a los miembros de las Fuerzas Armadas.

Otra cosa que seguramente será eliminada será la dependencia de la Policía Bonaerense de los intendentes donde existan Policías Locales. Además, el texto aprobado en la Cámara baja le daba a los intendentes la conducción operacional y funcional de su policía, pero en el proyecto original de Scioli tenían dependencia orgánica del Ministerio de Seguridad.

El diputado Sergio Massa salió a respaldar calurosamente la idea de Scioli de sacar la Policía Local por decreto y darle a Granados a responsabilidad de redactar el texto, pero desde el kirchnerismo ya criticaron tanto la idea de pasar por encima de la Legislatura como al mismo Ministro de Seguridad.

La alianza de radicales y socialistas atacó frontalmente a Scioli por haber sorteado a la Legislatura y le reclamó que ponga en marcha el demorado Cuerpo de Investigadores Judiciales, creado por ley pero nunca instrumentado a pesar de que se fijaban plazos muy claros para ponerlo en marcha.

No descartaron tampoco cuestionar directamente la constitucionalidad de crear la nueva policía por decreto, según declaraciones del diputado y ex intendente de Azul Omar Duclós, quien además insistió en alertar sobre la posibilidad de que los cuerpos sean cooptados por el narcotráfico.

Ese fue uno de los argumentos más reiterados por los legisladores hoy agrupados en el FA - UNEN, quienes basan esa presunción en las palabras de legisladores mexicanos que visitaron la Argentina y plantearon que las policías locales creadas en su país rápidamente pasaron a formar parte del narcotráfico.

Quien quedó descolocado fue el vicegobernador Gabriel Mariotto, quien después de haber devuelto el proyecto a la comisión de Labor Parlamentaria reconoció que él lo apoyaba "por disciplina partidaria", ya que no estaba muy convencido de las bondades de que los jefes comunales tuvieran su propia policía.

De cualquier modo, ahora se abre una instancia completamente nueva y con fuertes repercusiones políticas en todos los frentes.

Si Granados se atiene a su proyecto original en el período de formación de los nuevos agentes, que fijaba un año de capacitación pero fue elevado a dos años en la Cámara de Diputados, las Policías Locales podrían estar en marcha antes de que finalice el mandato del Gobernador y los intendentes.

Para Olavarría eso significaría concretamente que 249 policías municipales se incorporarían al paisaje ciudadano patrullando las calles, ya que ésa es el número que le correspondería por cantidad de habitantes.

Las Policías Locales funcionarán en los distritos con más de 70.000 habitantes, siempre y cuando sus gobiernos decidan adherir a la ley. Pero las ciudades que no alcancen esa población también pueden pedir contar con un cuerpo de seguridad propio.

La idea del Ejecutivo provincial es incorporar a 15.000 policías municipales para mejorar la seguridad en el territorio bonaerense. Y por lo que se ve, Daniel Scioli está firmemente decidido a cumplir con ese objetivo contra viento y marea.