A inicios de noviembre un voraz incendio se desató en una casa ubicada sobre avenida de los Trabajadores al 600, en momentos en el que no había ocupantes. Celeste, su propietaria, explicó que habían tardado más de un año en poder poner ese lugar en condiciones para su pareja y sus tres hijas, más otro que viene en camino, dado que esta embarazada de 7 meses. Ahora, según detalló, se encuentra dispuesta a negociar la venta de ese terreno para abandonar definitivamente ese barrio en búsqueda de tranquilidad. En ese sentido, explicó que espera la asistencia por parte del Ejecutivo local tanto para recuperar algo de lo que les llevó el fuego como ofrecerles ese inmueble a cambio de otro en algún punto de la ciudad.

Si bien ese caso se registró el domingo 8 de noviembre, enfatizó que los ataques contra el domicilio se habían iniciado pocos días antes. Enfatizó saber quiénes son los autores y que las fuerzas de seguridad están al tanto de esta situación. El día del incendio se encontraba pescando con su familia, forma en la que buscaron no sólo escapar del asedio sino además festejar su cumpleaños. Lo que nunca siquiera sospecharon es que recibirían un llamado telefónico en el que se les informó lo que estaba ocurriendo en su casa.

Según lograron reconstruir los delincuentes ingresaron por la pieza de sus hijas, sustrajeron distintos elementos y luego iniciaron las llamas. "Menos mal que no estaban las nenas", enfatizó al borde del llanto.

Aseguro haber estado tanto en la sede policial como en la fiscalía en búsqueda de algún tipo de respuestas. Las averiguaciones por los hechos recayeron en manos de la fiscal en turno por aquel entonces, la doctora María Paula Serrano, de la Unidad Funcional de Instrucción Nº 4.

Asimismo, por último, subrayó el pedido de ayuda hacia el municipio local para que se acerquen a darles algún tipo de asistencia, más allá de lo referido líneas arriba con respecto al terreno, dado que la mayoría de sus pertenencias las perdieron con el fuego y actualmente están viviendo en una casa que les fue prestada en el barrio Lourdes, a pocos metros del lugar del ataque.