Desde el inicio del año a la fecha hubo 43 víctimas de femicidio. El observatorio "Ahora que sí nos ven" señaló la importancia de visibilizar el reclamo a la Justicia: "1 de cada 10 víctimas había realizado una denuncia y sólo 3 víctimas tenían medidas de protección".

Asimismo, se recalcó que en el país "cada 26 horas ocurre un femicidio en el 70% de los casos a manos de parejas o ex parejas".

En el plano local, la manifestación se concretó con una sentada frente al edificio del Poder Judicial donde se habían pegado los nombres de las 43 víctimas del año.

Allí se leyó un documento en el que se expusieron las violencias y discriminación que padecen las mujeres y disidencias sexuales, así como también otras minorías y la violencia estatal que ejercen la Policía y la Justicia en el ámbito de la provincia de Buenos Aires ante casos de violencia de género. Centralmente, se pidió la declaración nacional de emergencia por violencia de género y "fuera Berni". Además, hubo referencia a la reducción de recursos asignados a los programas de asistencia de la víctimas de violencia en el plano local.

Socorristas Olavarría, Comunidad Mapuche Urbana "Pillán Manqué", Asesoría en Violencia Obstétrica, Cara de Bicicleta, Plenario de Trabajadoras, Polo Obrero, Tribuna Docente, Partido Obrero, "Campaña por el Aborto Legal Seguro y Gratuito" y Ni Una Menos Olavarría adhirieron a todos aquellos planteos.

En tanto, la agrupación Movimiento Evita leyó luego otro documento en el que centró su mensaje en demandar una reforma judicial y que se incorpore la perspectiva de género.

Tras la sentada realizada sobre calle Rufino Fal, las manifestantes marcharon hasta el centro de la ciudad.

La manifestación de ayer fue la segunda en Olavarría tras el femicidio de Úrsula Bahillo en Rojas, asesinada por su ex pareja, un policía bonaerense a quien la joven había denunciado 18 veces por violencia de género. El miércoles 10 de febrero se llevó adelante una marcha que contó con numerosa asistencia en la que también se visibilizó la "bronca" por la falta de respuesta efectiva y rápida en defensa de Úrsula y de tantas otras víctimas de femicidios.