En la publicación titulada “Queremos trabajar y vivir en la ruralidad en paz”, y que fue dirigida al intendente Ezequiel Galli, expusieron que “somos pequeñas familias ganaderas , trabajadores y trabajadoras de la tierra, producimos grandes cantidades de alimentos con destino de consumo local”.

En el mismo plantearon que “la única intervención estatal que vemos es a través de una política punitoria, con el único objetivo de recaudar a través de multas a las pequeñas familias ganaderas, multas y contravenciones basadas en una ordenanza muy general, obsoleta y estrictamente pensada para recaudar como es la 195/84, con más de 30 años de antigüedad”.

En el comunicado agregaron que “a esto se suma la intimidación, amenazas y persecución por parte de las fuerzas de seguridad, encargadas de realizar las infracciones y multas a las familias por pastorear a los animales, las mismas fuerzas que no pueden hacer nada a la hora de prevenir robos, abigeos, rotura de estructuras, no garantizando así la seguridad ni de las familias ni de su poco capital, ni la posibilidad de mejorar nuestras producciones. Ya que cada robo, cada multa, cada hostigamiento cae sobre la familia rural, estas tienden a desaparecer, o desplazarse a la la ciudad”.

“Interpelamos al señor intendente Ezequiel Galli, a los funcionarios que corresponda a convocar de manera urgente a las familias productoras de alimentos y a las organizaciones que las representan, para dar una salida rápida al problema de inseguridad y productivo en la zona rural, se necesita compromiso del Estado para salir de la crisis y la pandemia que nos atraviesa con trabajo, producción local de alimentos y arraigo rural”, indican desde el MTE Rural.

Además de interpelar al Concejo Deliberante a revisar la ordenanza 195/84 por ser “estrictamente punitiva y confiscatoria”, expresaron su agradecimiento a los vecinos que los acompañan en su labor diaria.