Revolviendo los restos de un país
Fue a fines de 2009 cuando las imágenes de la crisis griega explotaba en todos los televisores del mundo. Las irregularidades financieras, la falta de control en el Estado y la increíble deuda que el país fue acumulando hicieron que el ajuste que debían llevar a cabo fuera descarnado. Pero las crisis, como bien alguien dijo alguna vez, son oportunidades.
El escritor Petros Márkaris toma elementos de la realidad griega para narrar una historia donde la política se mezcla con la corrupción, el desarraigo, la inmigración y la muerte.
El comisario Kostas Jaritos se sube al ónmibus como todos los días. Detesta hacerlo y perder el tiempo entre las idas y vueltas, pero debido a la falta de combustible su auto descansa en el garage de la comisaría. A eso hay que sumarle que Atenas está bajo una ola de calor que vuelve todo mucho peor.
Hasta que el suicidio de un hombre alemán de origen griego lo despierta de su letargo. Y si bien en un momento todo hace suponer que no es más que la decisión de una persona de acabar con su vida, llega una carta que lo cambia todo. "Los griegos de los años cinco" aseguran que fue un asesinato. Pero quiénes son ellos.
El comisario Jaritos duda de la veracidad de los dichos, pero enseguida otro hombre muerto aparece en su día y debe comenzar a investigar. Hay algo que hace que el experimentado policía interprete y su cabeza comienza a trabajar frenéticamente. Puede ser que todo esté relacionado.
Pero -además- tiene una cuestión personal. Su hija, que es abogada, acaba de ser atacada por un grupo de neonazis denominado Amanecer Dorado cuando iba a ingresar a un juzgado para defender a inmigrantes negros. Grecia es un hervidero de sueños rotos, pobreza y corrupción. Un ambiente en el que el comisario Jarito se mueve con cuidado.
Petros Márkaris construye un relato que se supera página a página y nos muestra el resultado más cruel del hundimiento de un país. Con una construcción narrativa muy bien ejectutada, "Hasta aquí hemos llegado" propone una doble lectura que se puede ver a simple vista y sin dejar de ser un policial puro es, de alguna forma, una novela donde la política tiene un papel preponderante. Sus descripciones sobre el derrumbe griego hacen foco en las consecuencias de la crisis y en cómo impacta en las personas, y utiliza los detalles para crear una novela intensa y por momentos descarnada.