Desde hoy estará abierta la inscripción para los talleres que se dictarán este año en el Centro de Formación Profesional Nº 401. Los cursos se dictarán en La Madrid y en las localidades. Desde la institución se destacó la recepción en la comunidad y se valoró la salida laboral que brindan.

Los interesados podrán acercarse hasta la sede de Rivadavia Nº 651 de lunes a viernes, de 8 a 12 y de 16 a 20.

Se podrán inscribir los mayores de 16 años y deberán presentar la fotocopia del Documento Nacional de Identidad y fotocopia del Certificado de Escolaridad Primaria/Noveno Año completo.

"Las expectativas cada vez son más alentadoras porque cada vez más se ha ido logrando insertar el CFP en la comunidad, generando muchísima dinámica", subrayó el director de la institución, Oscar Bianchi, y en ese sentido subrayó lo que fue la preinscripción vía Internet que este año se llevó a cabo por primera vez (Ver Recuadro).

"A lo largo de los años nos hemos ido adaptando a las necesidades de la ciudad. Los cursos no son idea de un instructor o de los directivos, sino que se realizan a través de una mesa donde se invita a los actores de la comunidad donde se ve qué es lo que se necesita. Así se ven las fortalezas y falencias para intentar cumplir con las necesidades", destacó el docente.

Para este ciclo lectivo está previsto el taller de Asistente Apícola, Auxiliar de familia especializado en cuidado de personas con discapacidad, Mantenimiento de edificios, Modista por talle, Operador de PC, Panadero/Confitero, Peluquero unisex, Reparador de electrodomésticos, Repostería artesanal y Soldadura por arco. Todos estos cursos en la sede La Madrid.

En La Colina se brindará el de Electricista instalador; en Líbano, Repostería artesanal y en Las Martinetas, el de muebles artesanales y objetos decorativos.

Sobre esto último, Bianchi resaltó "el compromiso de los instructores y el Centro" que viajan semanalmente a las localidades del Partido a brindar los talleres. "Hacen un gran esfuerzo porque nosotros no recibimos ruralidad. Lo hacen por amor y es destacable porque además se debe trasladar todo el equipamiento", señaló.

El cupo por curso depende del lugar que ocupe y el equipamiento. La cantidad mínima de inscriptos para que inicie es de quince alumnos.

Un caso particular es el de Computación, donde el CFP Nº 401 ha realizado una importante inversión lo que le ha permitido contar con un laboratorio de 25 máquinas unidas en red que le permiten a los docentes explicar las clases a través de una pantalla. Además para este año está prevista la renovación de las memorias de la totalidad de los equipos.

Si bien todos los cursos tienen interés y salida laboral, el curso de Computación sigue siendo uno de los más elegidos. Inclusive, desde hace algunos años, se ha realizado un acuerdo con el Centro de Jubilados y Pensionados de La Madrid donde se les brindan clases especialmente adaptadas para los adultos mayores.

"El Centro permite una rápida inserción laboral por eso permanentemente venimos trabajando para renovar los cursos, mejorar en el equipamiento y que los instructores, además de trabajar en el oficio, se capacitan permanentemente", apuntó Oscar Bianchi.

Mejoras y sueños

El Centro de Formación Profesional lamatritense logra su éxito "en base a las fortalezas", repitió el Director de la institución. Tal vez la más importante sea la continua mejora en el equipamiento para brindar los talleres.

Por estos días se espera la llegada de insumos y elementos para comenzar con las clases. "Se ha hecho una importante inversión en lo que tiene que ver con metalmecánica y construcción, entre otros de los cursos", comentó el directivo del CFP.

Una deuda es la parte edilicia. Desde su nacimiento el Centro funciona en un edificio alquilado a la Sociedad Española de Socorros Mutuos; hoy el lugar parece acotado a la importante matrícula con que cuenta la institución que tiene cedido un terreno municipal pero no cuenta con los aportes presupuestarios que debe realizar la provincia de Buenos Aires para levantar la sede.

En busca de alternativas, los directivos, planifican proyectos. Son ideas que intentarán plasmarse para, al menos, dar algo más de comodidad en el edificio que ocupan actualmente.