En un primer momento una versión que dieron a conocer fuentes policiales de la ciudad indicaba que las personas que sufrieron el hecho delictivo eran un matrimonio que vive en Moreno al 2400, entre Bolívar y Hornos, pero si bien se trata de la dirección indicaba se trató de un hombre y su hija.

Según la denuncia que fue radicada por las víctimas en la sede de la comisaría Primera, alrededor de la una de la mañana del martes dos hombres sorprendieron a los moradores de la casa en momentos en que la mujer escuchó ruidos en el patio y decidió ver qué estaba ocurriendo. Esa situación fue aprovechada por los delincuentes para saltar desde un techo y empujar la puerta con fuerza, haciendo retrocederla hacia atrás y apuntándole rápidamente con un arma de fuego, sobre la que presa de los nervios la víctima no supo describir.

"Por suerte lo pude manejar bien", aclaró la mujer, cuya identidad se mantiene en reserva a su pedido al igual que la de su padre, y agregó que "te digo que nunca supe cómo podía reaccionar frente a una situación así, es una cosa que nunca te podés imaginar. No sé si alguna vez soñé con qué me pasaría si me robaban y pensé que me quedaría quieta".

"Yo lo único que no quería es que fueran a la pieza donde estaba durmiendo mi papá", indicó al recordar ese momento ayer por la tarde, aunque aún presa de cierto nerviosismo porque minutos antes acababan de irse de la casa investigadores policiales que están abocados a tratar de develar quiénes estuvieron detrás del asalto.

Los ladrones, cuyos rostros no alcanzó a ver bien la mujer debido a que la puerta por la que entraron da a la cocina y en ese instante la luz no estaba encendida, aprovecharon la penumbra para moverse dentro de la vivienda en busca de dinero. Los responsables de la investigación creen que podían presumir que había una suma importante en el domicilio. Y ante la necesidad de deshacerse de sus victimarios la mujer razonó pensando siempre en su padre: "Lo único que quería era que se fueran. Y como uno me dijo que no me iban a hacer nada si les daba la plata no lo pensé mucho".

"Al final se llevaron el dinero y mi teléfono celular, que a la mañana apareció tirado en Lamadrid y Del Valle", relató la víctima.

Con otro teléfono celular que había en la casa, propiedad de su padre y que los delincuentes no llegaron a encontrar, la mujer se pudo comunicar con familiares y rápidamente fue alertada también la Policía.

Personal de la seccional Primera y del Comando de Patrullas Olavarría (CPO) montaron un operativo para intentar dar con los delincuentes, pero a esa hora de la madrugada la información con la que contaban todavía no era mucha. Mientras, peritos policiales llegaron a la vivienda de la calle Moreno y tomaron numeras huellas dactilares, las cuales irán siendo cotejadas para descartar a las personas que habitualmente suelen vivir o visitar el lugar, de modo que se pueda llegar a detectar si alguna pertenece a extraños.

Pero, además, ayer los investigadores trabajaban en el análisis de grabaciones de cámaras de seguridad ubicadas en el sector, además de otros tipo de medidas con el objetivo de determinar el sector al que huyeron los dos hombres que protagonizaron este robo, presumiéndose que podrían haber huido en algún tipo de vehículo.

Las actuaciones fueron remitidas a la Unidad Funcional de Instrucción Nº 4 de Olavarría, que coordina la doctora María Paula Serrano.