"Ser artista callejero es sacarle una sonrisa a la gente en cada momento", describe el joven artista. "A veces te dicen vago porque estás en un semáforo pero yo invitaría a los que dicen eso a que se pongan ellos a tirar tres pelotitas durante 35 segundos y que en ese acto alguien les sonría o los aplauda; a muchos les gana la vergüenza o el miedo. El artista callejero hace arte vivo y si lo demuestra es lo más lindo que hay; los que te valoran te aplauden y es lo más lindo porque reconoce tu habilidad y te estás exponiendo", sostiene.

"Está bueno que la gente valore el arte en los semáforos. El arte callejero no es delito, es una forma de ganarse a la vida y demostrar que se puede vivir de una forma diferente a la que muchos están acostumbrados", dice.

"Yo estuve del otro lado, con mi auto y mi trabajo. Ahora vivo de mi arte en cada semáforo. Lo que sos lo demostrás en la senda peatonal. Es un instante que decís guauuu y la gente te aplaude o se sonríe y vale tanto como una moneda porque en la vida no todo es monetario más allá de que este sistema te lo pida", cierra Leonel Negrete.