El Servicio Meteorológico Nacional explica las distintas formas de precipitación
Desde lluvia hasta tormentas, el SMN detalla las características y medidas asociadas a los fenómenos meteorológicos.
El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) emplea el término "precipitaciones" para referirse a una amplia gama de fenómenos, que incluyen no solo la lluvia, sino también la llovizna, la nieve y el granizo. La intensidad y el tamaño de las gotas son cruciales para distinguir entre estos diferentes tipos de precipitación.
Lluvia versus Llovizna:
Cuando la precipitación es continua y regular, y el diámetro de las gotas supera los 0,5 milímetros, se considera "lluvia". Por otro lado, si las gotas son más pequeñas y se presentan de manera "pulverizada", se denomina "llovizna".
Medición de la Lluvia:
Para medir la intensidad de la lluvia, se utiliza el milímetro por hora como unidad estándar. Esta medida indica la altura en milímetros que ocupa el agua de la lluvia en una superficie de un metro cuadrado durante una hora. Cada milímetro de lluvia equivale a un litro de agua por metro cuadrado. La cantidad de lluvia se puede medir con un pluviómetro y se puede expresar en litros por metro cuadrado o en milímetros, siendo ambas unidades equivalentes.
Intensidad de la Lluvia:
Los meteorólogos consideran que una lluvia es débil cuando cae menos de 2 milímetros por hora. Se considera fuerte cuando cae entre 15 y 30 milímetros por hora, y muy fuerte cuando la cantidad es de 30 a 60 milímetros por hora. Se habla de lluvias torrenciales o intensas cuando superan los 60 milímetros por hora.
Tormentas versus Lluvias:
Una tormenta es un fenómeno meteorológico más complejo e intenso que la lluvia, caracterizado por la presencia de fuertes vientos, lluvias intensas, truenos, relámpagos, granizo e incluso tornados. La principal diferencia entre la lluvia y la tormenta radica en la intensidad y las características asociadas al fenómeno meteorológico.
Alertas y Precauciones:
El SMN emite alertas de diferentes colores para advertir sobre condiciones climáticas adversas. Por ejemplo, un alerta naranja por lluvias implica la necesidad de buscar refugio, mantenerse alejado de zonas costeras y ribereñas, cortar el suministro eléctrico si existe riesgo de inundación y tener preparada una mochila de emergencia con elementos básicos.
En resumen, comprender las distintas formas de precipitación y las medidas asociadas es fundamental para tomar precauciones y actuar de manera adecuada frente a condiciones climáticas adversas.