La inusual crecida del río Iguazú provocó el cierre total de los circuitos en Cataratas
Las lluvias en toda la cuenca del Iguazú, que se encuentra mayormente en Brasil, generaron el sabado último una crecida a 2.300 m3/s, pero ayer ya había superado los 15.000, por lo que se activó el Protocolo de Seguridad y se cerró el acceso a la Garganta del Diablo, el mayor de los saltos de las Cataratas.
En el marco de ese protocolo, también comenzaron las tareas de rebatimiento de las pasarelas desmontables que se extienden por más de un kilómetro sobre el río Iguazú, para evitar su destrucción por resistencia a la fuerza del agua.
Con ello, las pasarelas pueden ser arrastradas unos metros por el río, pero al volver a su cauce normal se las recupera y reinstalan en uno o dos días, como ocurrió en crecidas anteriores.
La medida fue adoptada por el intendente del Parque Nacional Iguazú, Juan Sergio Bikauskas, y Marcelo Zuliani, Gerente de Operaciones de la empresa concesionaria del Área Cataratas, "Iguazú Argentina".
El presidente de la APN, Carlos Corvalán, dijo hoy a Télam que el PN Iguazú se mantiene abierto al público, pero no el acceso a los paseos, sino sólo a los centros de Interpretación y de Informes, por lo que no se cobra entrada.
Corvalán añadió que esta tarde continuaba "una lluvia impresionante en toda la cuenca del Iguazú", y recordó que el año pasado hubo un cierre poco antes de la temporada de invierno, pero el máximo caudal fue de 19.000 m3/s.
Desde que comenzaron las mediciones del movimiento en la cuenca del Iguazú, la marca máxima registrada fue durante las inundaciones de 1992, con 36.000 m3/s, unos 10.000 menos que la medida actual.
En esa oportunidad, "la crecida nos volteo 28 tramos de pasarelas y tardamos unos 20 días en volver a ponerlas y habilitar el circuito, aunque gracias al sistema desmontable no afectó ningún pilote".
Sobre el efecto en las obras en marcha de nuevas pasarelas para instalar un mirador a la isla San Martín, admitió que el agua podría llevarse tramos de tablones de madera y algunas estrcuturas de la obra, pero no los pilotes ni pasarelas ya instaladas.
El gerente comercial de Iguazú Argentina, Ezequiel Bermejo, dijo a esta agencia desde las Cataratas que "la lluvia continua en la cuenca del Iguazú superior en Brasil, por lo que todas sus represas siguen jutando mucha agua y la van liberando".
Bermejo aclaró que esta crecida no fue causada por esas represas brasileñas, sino por las lluvias inusuales, y que de no ser por esas obras hubiera llegado en forma más repentina, en cambio mediante comunicaciones con sus responsables se pueden prever los horarios de liberación del flujo.
Esta tarde, el agua tapaba las pasarelas de la Garganta del Diablo y de otros circuitos, que normalmente están entre cuatro y cinco metros por encima de la superficie habitual del río.
Por ese motivo, aún no pudo precisar si los módulos desmontables de las pasarelas habían sido arrastrados por la corriente, y sólo adelantó que "cuando baje el agua veremos si están o si se los llevó, y si fue así, tomaremos las medidas para recuperarlos y volver a instalarlos para habilitar los paseos".
El directivo de la concesionaria señaló que tras el cierre de todos los circuitos, los turistas sólo pueden visitar los centros mencionados y realizar dos de los tres safaris en 4x4, por los caminos Del Pionero y De la Selva, en tanto el Macuco, que lleva al Salto Arrechea, esta clausurada por la crecida.
Tanto Corvalán como Bermejo coincidieron en que se deberá esperar a que pase el pico de la crecida y que bajen las aguas para poder mesurar las consecuencias y las medidas a adoptar.
El gerente de Iguazú Argentina sostuvo que el fenómeno afecta no sólo al sector concesionado del parque, sino también a toda la actividad turística y económica de Puerto Iguazú.
No obstante, señaló que "si bien es la crecida más grande desde que se comenzó a tomar registro de las variantes del río, no es la primera, y en cuanto pase estaremos trabajando con Parques Nacionales para volver todos los servicios a la normalidad para el turista".
La Mesa de Comunicaciones de Iguazú, integrada por Parques Nacionales, la intendencia de la ciudad y la empresa concesionaria, acordó que sea la APN la fuente oficial de toda información sobre esta situación.