Un estudio realizado por especialistas del Conicet y otros investigadores ha revelado un descubrimiento sorprendente: las larvas del mosquito Aedes aegypti, vector de enfermedades como el dengue, el Zika y la chikunguña, pueden "respirar" bajo el agua.

Históricamente se creía que estas larvas solo podían obtener oxígeno del aire atmosférico. Sin embargo, el estudio, publicado en la revista Insects, ha demostrado que también pueden obtener oxígeno del agua, desafiando un paradigma clásico de la biología.

Agustín Alvarez-Costa, uno de los autores del estudio, explicó que este hallazgo es significativo ya que puede tener implicaciones importantes para las estrategias de control de este mosquito, especialmente en lo que respecta a la lucha contra el dengue y otras enfermedades transmitidas por el Aedes aegypti.

El estudio muestra que las larvas son capaces de realizar intercambio gaseoso con el medio acuático, lo que les permite obtener oxígeno del agua y garantizar su supervivencia incluso cuando están completamente sumergidas.

Esto desafía la idea de que las larvas deben estar en contacto con la superficie del agua para obtener oxígeno del aire. Algunos métodos de control buscan evitar este contacto, haciendo que las larvas permanezcan sumergidas. Sin embargo, este estudio sugiere que estos métodos pueden no ser tan efectivos como se pensaba.

Los investigadores utilizaron dispositivos para medir el consumo de oxígeno de las larvas en diferentes condiciones, y encontraron que las larvas completamente sumergidas pueden obtener oxígeno del agua y sobrevivir durante varios días sin acceso al oxígeno atmosférico.

Este descubrimiento no solo arroja luz sobre la biología de las larvas del Aedes aegypti, sino que también podría llevar al desarrollo de nuevas estrategias de control para combatir la propagación de enfermedades transmitidas por mosquitos.