La denuncia por amenazas y bullying en un colegio de Santiago del Estero, presentada por la madre de un adolescente de 14 años, ha tomado un giro notable en menos de 24 horas, revelando un caso de maltrato animal que actualmente es objeto de investigación por parte de la Justicia. El miércoles, la madre del menor se dirigió a la Comisaría Primera para denunciar que su hijo estaba siendo objeto de burlas y amenazas por parte de sus compañeros, quienes amenazaron con difundir videos suyos en redes sociales.

La fiscal Luciana Jacobo asumió el caso y comenzó a realizar las averiguaciones pertinentes para esclarecer la situación, lo que rápidamente la llevó a identificar el origen de las agresiones. Según informaron fuentes judiciales a El Liberal, el supuesto bullying se inició cuando los compañeros del adolescente descubrieron que él se había grabado con su teléfono móvil mientras su perro, un caniche toy, le practicaba sexo oral.

Los estudiantes, al enterarse de esta grabación, le quitaron el teléfono al menor y reenviaron el video a sus contactos de WhatsApp, como una forma de castigarlo por el evidente maltrato al animal. Durante la grabación, el adolescente también filmó su propio rostro, lo que expuso su identidad y lo llevó a recibir numerosos mensajes de repudio y amenazas a través de sus redes sociales.

La denuncia

Ante esta situación, el abogado Horacio Aníbal Pato decidió intervenir y presentó una denuncia contra el joven por maltrato animal, extendiendo la responsabilidad a la madre del menor. “Considero que este hecho podría haber violado lo dispuesto por la Ley 14.346 sobre protección animal. Al ser un acto típico y de acción pública, como abogado y ciudadano comprometido con la prevención del maltrato y la crueldad animal, presento esta denuncia”, afirmó Pato en declaraciones al medio mencionado.

En su escrito, el abogado señaló que el adolescente “habría cometido un acto de abuso sexual hacia un animal, el cual grabó y luego hizo público”. Además, solicitó que, tras las formalidades legales, se inicie el sumario criminal correspondiente para determinar la comisión del ilícito y la responsabilidad de los involucrados.

Dado que el implicado es menor de edad, el hecho podrá ser investigado, aunque no será objeto de sanciones. Sin embargo, la Justicia podría recomendar un tratamiento especial para el joven. Actualmente, el caso está siendo tratado por el Juzgado de Control y Garantías y de Menores, bajo la dirección de Gastón Merino.