El ministro de Economía, Luis "Toto" Caputo, se presentó en el 41° Congreso Anual del IAEF, donde expresó su optimismo sobre la recuperación económica de Argentina. Durante su discurso, aseguró que lo peor de la crisis ya ha pasado y destacó varios indicadores que empiezan a mostrar signos de mejora.

Caputo abordó la cuestión del cepo cambiario, explicando que no hay una fecha específica para su eliminación. "No nos ponemos una meta de fecha. Siempre pensamos que se tienen que cumplir cuatro requisitos: ancla fiscal, normalización del flujo, normalización de stock, y una relación razonable entre las reservas internacionales y pasivos remunerados. Se puede resumir en sanear el balance del Banco Central", afirmó.

El ministro subrayó que la eliminación del cepo cambiario requiere un enfoque cuidadoso. "Si hubiéramos sacado el cepo el día uno, hubiera sido una calamidad. Ahora, si lo sacáramos hoy, sería inapropiado. Pasamos de una calamidad a algo inapropiado, una mejora sustancial", señaló Caputo. Detalló que, de los cuatro puntos críticos para levantar el cepo, el equilibrio fiscal está logrado, pero la normalización de los flujos y los stocks está en un 70-75%. Sin embargo, la relación entre reservas internacionales y pasivos remunerados es la más alejada del objetivo ideal. "No podemos ponerle fecha a la eliminación del cepo, lo haremos cuando estemos seguros de que no habrá sobresaltos", indicó. También mencionó que un nuevo programa con el FMI podría mejorar esta relación.

Durante su intervención, Caputo también destacó la importancia de reactivar el crédito, mencionando el avance en el crédito hipotecario como un signo positivo. Defendió la política del gobierno de promover la competencia de monedas y reconoció que la caída del empleo en el primer trimestre fue consecuencia del mal manejo económico de los últimos cuatro años.

Caputo resaltó la oportunidad única que enfrenta Argentina, mencionando el compromiso del presidente y el apoyo de la sociedad como factores diferenciadores. "Es la primera vez que la economía le ganó a la política", sostuvo Caputo, agregando que la credibilidad es fundamental para las políticas económicas y que los resultados positivos son esenciales para mantenerla.

"El objetivo nuestro es destrozar la inflación y haciendo esto es lo que iba a pasar pero había mucha expectativa, cuando anunciamos el programa la mayoría de los economistas anunciaban 30% de inflación en enero y febrero, que íbamos a devaluar", aseguró el ministro.

Caputo concluyó destacando que en mayo también habrá un superávit y justificó el freno en la quita de subsidios energéticos como una medida para dar un respiro a la clase media, mientras se mantienen sólidos los fundamentos fiscales del país.