Desde un área que, junto con Salud y Obras Públicas, concentra el 75% de los egresos del presupuesto municipal, la funcionaria advirtió que "en Olavarría, el total de familias asistidas por el Municipio asciende a 1.700". Puntualmente respecto del caso del barrio Coronel Dorrego, donde se plantearon delicadas situaciones sociales y carencias de vecinos, desestimó los planteos conocidos a través de este medio al explicar que "concurrí personalmente con la trabajadora social, recorrí todo el barrio, me reuní con los referentes de instituciones que trabajan los fines de semana. Y la verdad es que lo que nosotros pedimos es que se referencien con el (Servicio) Territorial, donde tenemos el equipo de trabajo. Si bien ellos salen y atienden la demanda, si hay alguna necesidad, el Municipio está abierto en cada Servicio Territorial (para recibirla)" y también en el Palacio San Martín, donde funciona la Subsecretaría a su cargo.

Durante su recorrida por la barriada, tras haber reforzado comedores y merenderos de fines de semana, "estuve conversando cara a cara con el vecino del Coronel Dorrego y también con una señora que reconoció como su referente a la trabajadora social del sector. Y la verdad, al haber ido con la persona que corresponde al área del Coronel Dorrego, vi la referencia hacia ella en todas las casas a las que se les ha entregado materiales; un señor hasta me mostró los colchones", valorizó la funcionaria el trabajo desarrollado desde uno de los ocho Servicios Territoriales con que cuenta la ciudad.

Los programas

En Olavarría, desde Desarrollo Social se asiste a unas 1.700 familias necesitadas, que personalizadas, tal vez supongan un universo cercano a 8.500 olavarrienses. Puntualmente se les entrega vales de alimentos secos que se encuentran almacenados en un depósito propio, una vez por mes. Si se presentan cuestiones de salud, se refuerza con alimentos frescos, como pollo, frutas o verduras, de acuerdo con el diagnóstico médico.

Y más allá de esa asistencia alimentaria, se entregan colchones, frazadas, zapatillas, ropa, pañales, abrigos y leche, según la necesidad de cada grupo. "Cuando es necesario, se refuerza, porque no estamos ajenos a la situación que se está viviendo hoy en todo el país", evaluó Rosales.

Lo cierto es que la atención de las carencias no se limita a lo material: también integra contención psicológica, atención de la salud y el cuidado de los trayectos educativos de los más chicos, con las posibilidades que supone el abordaje conjunto que tiene como centro y espacio de referencia a los Servicios Territoriales.

Sobre la base de un trabajo en eje Nación, Provincia y Municipio, de la gestión Vidal baja el Plan Más Vida, que aquí involucra a 800 familias. Se trata de un subsidio para madres solas, con uno y hasta cinco hijos, hasta 6 años, que se otorga a través de una tarjeta de débito del Banco Provincia. Con un hijo corresponden 762 pesos; con dos, 1.076,50; con tres, 1.390,50; con cuatro, 1.704,50 y con cinco, 2018 pesos. En octubre próximo, estas sumas se incrementarán en un 15%.

Para completar lo que aporta el Servicio Alimentario Escolar (SAE), administrado por Educación Municipal pero sustentado con fondos bonaerenses, a partir de agosto la Provincia implementó "Un vaso de leche por día", que atiende a niños de 0 a 6 años y mamás embarazadas, que "abarca a unas 2.000 familias más. Se hizo un entrecruzamiento de datos con Atención Primaria de la Salud, para que no quede nadie afuera", explicó Rosales.

Desarrollo Social absorbe además "la asistencia de los casos de emergencia habitacional: por ejemplo, cuando hay un incendio, estamos en red con Defensa Civil y con Bomberos, o sea que surge cualquier situación de necesidad y el Municipio está presente".

La niñez

La niñez es un ítem destacado dentro de la Subsecretaría. De ella dependen los doce jardines maternales que funcionan en la ciudad y las localidades. En todos los casos, funcionan de lunes a viernes a partir de las 7.45 y hasta las 17, con un menú específico diseñado por una nutricionista y actividades educativas y recreativas.

Por su parte, los Centros de Día Municipales atienden de lunes a viernes, de 8 a 17. "Los chicos llegan al Centro por sus propios medios, allí desayunan y un transporte los pasa a buscar para llevalos al colegio, de donde los retira una vez finalizado el horario escolar, para el almuerzo en el Centro de Día. Ahí ya almorzaron los chicos de la tarde, que van al recorrido del colegio a la tarde".

Para reforzar eso y los merenderos y la merienda de los chicos, principalmente, está el programa Callejeada, hasta las 20 horas y en diez sedes, que abarcan a chicos más grandes, de hasta 18 años, con diversas actividades.

En total, cada jardín maternal nuclea a unos 70 niños y otros tantos son recibidos diariamente en cada centro de día.

Rosales enfatizó la importancia de los ocho Servicios Territoriales repartidos en los barrios periféricos de la ciudad. "Algunos integran los Centros de Atención primaria y los Jardines Maternales, y otros no funcionan en el mismo espacio, pero están ubicados en frente o a una cuadra como máximo. Así es que se trabaja muy en conjunto con todas las áreas del municipio, con todo lo que es no sólo la asistencia alimentaria, sino la salud, la vacunación, la atención psicológica y la contención. Los Maternales trabajan con la misma trabajadora social que tenemos en territorio, es la que asiste a los chiquitos del Jardín y así se asegura el cumplimiento de su trayectoria escolar; del jardín lo más seguro es que pase al Centro de Día. Ahí se sigue la conexión con la familia y con ese niño que por ahí tiene algún inconveniente", reflejó Rosales. Coincidentemente, muchos de esos niños reciben la UDI, esto es la Unidad de Desarrollo Infantil, una beca destinada a los sectores más vulnerables.

Además se cuenta con los NIDO (Núcleo de Innovación y Desarrollo de Oportunidades), que disponen de un trabajador social que atiende las necesidades de los barrios. También se dictan cursos y capacitaciones de costura, carpintería, peluquería, reparador de PC o tapicería. Se dispone de dos talleres equipados, completos, de carpintería y costura, en los cuales se realiza también equipamiento para los Jardines Maternales Municipales, y que son dictados por personal de la Escuela de Formación Profesional 401 o el Instituto Superior de Formación Técnica Nº 130.

En la calle

"Me gusta estar en la calle con el vecino. No me basta con decir ´en tan lugar pasó tal cosa´. Tengo que ir y verlo, por ahí no en el momento que sucedió, pero sí al otro día, para corroborar y verlo con mis propios ojos", aseguró Silvana Rosales sobre su labor cotidiana. "Porque -explicará después, pasando las planillas que pueblan su escritorio- nos ha ocurrido que nos hablaran de ´una lista de familias que no reciben asistencia´ y en definitiva, nosotros tenemos por sistema, cargado, hasta el día que retiraron el par o los pares de zapatillas. O sea, que conocemos la problemática de cada vecino" en situación de necesidad.

La funcionaria -que venía de trabajar en el área de Hábitat e Inclusión del Gobierno de la Ciudad- asumió en Desarrollo Social en el mismo inicio de la gestión de Ezequiel Galli. "En aquel momento, él nos pidió que saliéramos a la calle, y la verdad es que tratamos de cumplirlo todos los días: me gusta recorrer y es lo que hago. Tal vez llego a las 7 de la mañana y y son las 7 de la tarde cuando regreso a mi casa, porque las Callejeadas, que también están en las localidades, funcionan hasta las 8, y me hago un tiempo para llegar allí también", resumió.

¿Si hay o han habido casos más complicados que otros? "Los hay, pero le ponemos mucho amor al trabajo que hacemos, y la verdad es que hay un equipo tan fortalecido, que realmente si surge una situación compleja, estamos todos detrás de ese problema. No hay uno en mayor o menor medida: estamos en todos", aseguró Rosales finalmente.