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Agosto se va con señales de que la ruda con grapa no resultó. Diez mil contagios en un día, recuentos de muertes que angustian y Olavarría que vuelve a rebrotar en un tránsito espasmódico por la pandemia. Casi el azar provocó una ojeada a la historia de agosto una década atrás. Y es en realidad la historia la que se mueve por espasmos. Agosto de 2010 tira lazos con este agosto raro y malandra. Y muestra fotos que hacen camino con esta historia: visita de Graciela Camaño en campaña por Duhalde Presidente. Visita de Macri Mauricio dolido con el ninguneo de su padre, que aseguraba la preferencia por Cristina. Un culpable efímero del crimen de Mara Navarro, símbolo de la impunidad local. La muerte del bebé de Carolina Píparo y el robo al Palacio Belgrano, otro hito del nofuenadie y de los manotazos con que suele mostrarse la cara oscura de la ciudad. El matrimonio de Elva y Luisa después de 40 años de compartir vida. Y la superación de la gripe porcina, saludada con alborozo un año después, gracias a la vacuna.

El 8 de agosto de 2010 se conocieron las estadísticas: los casos de influenza bajaron en un 73% desde el año pasado, anunciaba el título. Esta influenza no era un coronavirus sino una variedad de gripe que primero se llamó, confianzudamente, gripe porcina, luego gripe A y finalmente, H1N1. Decía el diario hace diez años: "2009 fue el invierno del terror. De los barbijos y el alcohol en gel". Cuando aprendimos a toser en el pliegue del codo. Pero no duró más que en los hábitos de muy pocos. La gripe porcina fue –y es- otro virus zoonótico, es decir, originado en el hábitat de animales que, al ser corridos de su medio natural por los desmontes y la búsqueda de ganar terreno para el agronegocio, se liberan descontroladamente.

La cría intensiva de cerdos para China –cuya producción se vio afectada, justamente, por un virus- puede convertirse en una fábrica de otra pandemia, esta vez made in casa. Sin necesidad de descubrirla en Wuhan o de desplegar delirantes teorías conspiranoicas.

Ese 2010 Olavarría vio decrecer de 5.038 casos de gripe A a 1.327. Pero claro, había vacuna. Y el virus no era tan desesperadamente contagioso. En el pico pandémico hubo seis muertes en la ciudad. Este invierno, el covid19 ya se llevó diez vidas. Y la vacuna, por lo menos, tardará seis meses más.

Macri, Graciela y Duhalde

Dos personajes que siguen en los planos altísimos de participación política habían respondido a preguntas de esta periodista el 1 de agosto. Justo el día de la Pacha, pero sin tiempo para la caña con ruda que salva de todos los males. Graciela Camaño, consorte de Luis Barrionuevo, llegaba a la ciudad en el marco de la campaña presidencial de Eduardo Duhalde. De quien había sido Ministra de Trabajo. En aquellos días reprendió duramente a Hugo Moyano durante una reunión con empresarios. "O te comportás o te vas", le dijo. Hoy Camaño es diputada nacional por Consenso Federal (Roberto Lavagna) y es una ficha clave en la negociación entre el oficialismo y la oposición.

-¿Qué diferencias hay entre Moyano y Barrionuevo? –se le preguntó desde aquí. -Uff, abismales... Barrionuevo es re lindo al lado de Moyano... -, respondió ella.

Duhalde, un par de meses después, lanzaba oficialmente su campaña en Costa Salguero. Y pedía represión para la protesta social. Duhalde, el vice de Menem. El que fue ocho años gobernador de la Provincia, uno de los responsables de la pobreza y la desigualdad. Dueño de la maldita policía (antes la mejor policía del mundo). Presidente durante el asesinato de Darío Santillán y Maximiliano Kosteki. Padre de la devaluación que terminó de sumergir en la pobreza a siete de cada diez. Siempre asomando cuando todo está a punto de podrirse. En 2002, en 2007 –cuando todos decían que el 29 de octubre habría una especie de golpe después del triunfo de Cristina- y ahora, cuando huele supuestas calas y vuelve, espasmódico, a hablar de golpe militar para ver qué espacio de poder grande puede regatear.

Ah, en la elección presidencial de 2011 finalmente Duhalde no superó el 5,9% de los votos.

Agosto empezó también en 2010 con Mauricio Macri de visita en el Parque Industrial. Con una juventud que la presidencia le arrebató, acompañado de Carola Patané y Jorge Macri, habló veinte minutos con esta periodista sobre los amargos vaivenes de su suerte. Venía de la revelación de Ciro James y el espionaje ilegal –una marca en el ADN-, de su padre coqueteando con el kirchnerismo y declarando que, para presidente, prefería a Cristina. Mientras aseguraba que él, Mauricio, le había robado empresas.

"Siempre ha sido muy oficialista. Siempre. Como la mayoría de los empresarios argentinos. Que lamentablemente han priorizado ser oficialistas que defender ideas a largo plazo. O políticas de estado", dijo, después de recordar que su padre lo obligó a ser ingeniero. A tal punto que soñaba con que debía la materia Hormigón. Y se despertaba sobresaltado. Un día tuvo que tuvo que dejar las empresas porque "es una persona con la que trabajar, en un momento determinado, me resultó imposible". Dijo en una entrevista que tocó fibras íntimas.

Cinco años después fue presidente. Con todo lo que eso implicó para el país. Y hoy ve la pandemia desde Europa, en una continuidad vacacional que agrede a los comunes mortales.

Mara

A casi seis años de la desaparición de Mara Navarro –hoy, amparada por la ley seguramente llevaría ese nombre en lugar de Germán Esteban-, casi mágicamente la causa se reactivó. Y especialistas de la División Homicidios de la Policía Federal se aprestaban a llegar a la ciudad para "trabajar en la investigación". A la vez que se elevaba la recompensa por aportar datos de importancia a 70.000 pesos.

El 8 de agosto se pedía la detención de un hombre. Y se relataba una versión del asesinato. "Un hombre joven, de largo enfrentamiento con la víctima y generador del temor de ‘casi todos los homosexuales’, habría sido su victimario. A esa conclusión habría llegado el fiscal Martín Pizzolo junto con los integrantes de la División Homicidios de la Policía Federal". Para el fiscal, el crimen estaba aclarado. El símbolo de la impunidad en Olavarría, edificado sobre un cuerpo adolescente, pobre, discriminado y vulnerado, se acababa de un plumazo.

Hasta que todo se diluyó, como tantas veces. Diez años después Graciela Alderete, su madre, sigue tratando de imaginar cómo sería ese hijo a los 33 años. Con la justicia y todos los tentáculos del estado, dándole la espalda como en toda su historia.

Isidro, Elva y Luisa

El dinero para comprarse la casa le robaron a Carolina Píparo cuando salía del banco. Y la balearon. A ella y a su bebé, todavía sin nacer.

Isidro nació de una cesárea de urgencia y no alcanzó a vivir más que una semana. Murió el 5 de agosto de 2010. Ella estuvo en terapia intensiva, grave, hasta bastante después.

La tragedia cambió la mecánica de atención en los bancos. La privacidad en el acceso a las cajas, los cerramientos y las mamparas llevan el nombre de Isidro y Carolina.

Hoy Píparo es diputada provincial por Cambiemos. Entró de la mano de María Eugenia Vidal. Diez años es una eternidad. Y apenas un momento.

La muerte y la vida van y vienen girando como los días. Elva Gratas Abot, de 76 años, y María Luisa Veltri, de 71, se casaron a las 13,20 del 6 de agosto de 2010. Después de más de 40 años de compartir vida, la ley reconoció el vínculo. Y las convirtió en la primera pareja sellada en el marco del matrimonio igualitario en la región. Ellas, que se habían puesto al hombro una batalla judicial el mismo año, pensando que la ley era una quimera de las tantas que les había ofrecido la vida.

Elva, saliendo del registro civil de Azul, dijo en medio de una sonrisa inmensa: "nuestra ciudad, que es testigo de nuestro amor, de nuestra vida, nos ha protegido siempre. Entonces estamos profundamente agradecidas. Este es el cambio en nuestro país". Y levantó la voz, la mano y el alma cuando casi gritó "Por la igualdad". Tres meses después moría Luisa. Abrazada al cielo de las luchadoras.

Agosto tira un lazo de diez años a diez años. Estira el brazo de 2010 y llega a este 2020 virósico y fatal. Tantos de los personajes siguen vigentes hoy, asomando entre los contagios y las marchas anticuarentena. Lo demás, es la vida pura, la vida misma. Por espasmos y caprichos. Amaneciendo desde tanta noche.