Desde las 0 del sábado, la petrolera ubicó el precio del combustible un 3,5% más caro en lo que es la segunda suba del 2021, tras el alza del 2,9% vigente desde el 5 de enero que aplicaron todas las compañías, como consecuencia del traslado a los surtidores del incremento de los biocombustibles autorizados por el Gobierno.

El nuevo aumento, entonces, incluye el incremento del Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL) y el Impuesto al Dióxido de Carbono (IDC) del 7,7% que entró en vigencia a partir del viernes pasado, según lo dispuesto por el Gobierno nacional.

"En todo el 2020 tuvimos cinco aumentos y en los primeros 15 de enero se dieron dos incrementos más. En el análisis, se puede decir que durante el año pasado las subas se fueron postergando por distintas cuestiones, entonces el combustible no siguió el aumento de los impuestos que es algo regulado por ley. Trimestralmente los impuestos al combustible aumentan de acuerdo a la tasa del costo de vida, y se ha ido retrasando", argumentó Jorge Hernando desde "Hernando Hnos. S.A.", la estación de servicio que se ubica en San Jacinto.

Ahora, "aparentemente el Gobierno ha tomado la decisión de aumentar y obviamente cuando aumentan los impuestos las petroleras aprovechan esa oportunidad para recuperar parte de los precios que según ellos todavía tienen algo de retraso", dijo el empresario olavarriense al tiempo que analizó que "pueden llegar a haber algunos incrementos más pero por debajo del porcentaje de ahora.

La suba, de acuerdo a lo que explicó la petrolera oficialmente, se debió al aumento en los costos del biodiésel y del bioetanol. Los dos productos tendrán incrementos escalonadas hasta mayo. En el primer caso, el aumento inicial fue de 59%, por lo que la tonelada de biodiesel pasó de los $ 48.5333 que estaba antes a $77.300 que cuesta ahora, aunque el incremento seguirá todos los meses hasta llegar a costar 92.558 pesos.

Se trata de un aumento muy superior al de la inflación, que en 2020 fue del 36,1% según el Indec, aunque tiene relación con la situación en la que se encuentra la soja, principal insumo del biodiesel, cuyo precio internacional subió casi 40% en dólares y 96% en pesos.

Este producto se usa principalmente en camiones, tractores y maquinaria agrícola, mientras que el bioetanol, que se elabora a partir de caña de azúcar y de maíz, se mezcla con naftas y tiene a los autos como destino final.

El impacto en el consumo

Con estos nuevos precios "hoy por hoy, llenar un tanque termina costando 70 pesos más", dijo Jorge Hernando en su análisis de cómo impacta el aumento en el bolsillo de los consumidores.

En este sentido, evaluó que "siempre ocurre que durante las primeras horas de aumento hay un shock y un traslado de consumo a la nafta de menor octanaje, es decir, más barata. Pero a los pocos días ese shock deja de causar efecto y si bien a lo largo del mes o de los meses se ve una merma en los productos Premium, a la larga el consumidor termina volviendo a elegir ese producto. Si a los precios actuales se los compara con un año atrás sí hay diferencia, pero no es tanta la brecha respecto de los precios que había hace unas semanas".

Desde agosto de 2020, cuando se produjo el primer aumento tras un congelamiento de 9 meses, el precio de los combustibles se incrementó un promedio superior al 25%, de acuerdo a la región del país, el tipo de producto y marca.

Como suele ocurrir en los últimos años, la decisión de aumento de YPF -líder del segmento minorista con más del 55% del mercado- se espera que Raizen (que opera las estaciones de servicio Shell), Axion y Puma aumenten sus propios precios en la misma proporción que la petrolera estatal.

En cuanto al movimiento actual en la estación de servicio, Jorge Hernando contó que el ritmo va intensificándose. Ubicada estratégicamente en Ruta 51 Km 453 de San Jacinto, Hernando Hnos. S.A. trabaja principalmente con transportistas.

Cuando comenzó la pandemia y con un aislamiento pleno que solo mantuvo habilitado el transporte esencial, el movimiento allí era muy poco, pero ahora van retomándose los niveles habituales.

"El poco movimiento económico que hoy tiene el país viene de la mano de la construcción y Olavarría es un pueblo único para el rubro. Nosotros geográfica y estratégicamente estamos en un lugar ideal, en cercanías de Loma Negra, Cementos Avellaneda y las canteras, o sea que la recuperación económica mínima que hubo nos llevó a recuperar los volúmenes de gasoil que hemos perdido al comienzo de la pandemia".