El personal jerárquico de Ferrosur continúa en un duro conflicto con el concesionario
Tuvieron un día de paro pero ahora el plan de lucha incluye quites de colaboración. La firma no les habría querido firmar el aumento de paritarias si no desisten del reclamo por el convenio. La situación está muy tensa. El gremio Apedefa denuncia el estado de las vías y la falta de controles del Estado.
La situación es muy complicada, porque, como lo dijo Aranzabal, "Hay tramos de vías que están muy deterioradas, la CNRT no controla ni las hace arreglar y eso puede ser la causa de descarrilamientos que ya se están dando".
En el plano laboral, y siempre de acuerdo con los dichos del gremialista, "nos quieren flexibilizar el convenio para que desaparezcan las especialidades y cada uno haga cualquier tipo de trabajo".
Entonces, así son las condiciones en las que estarían trabajando los empleados de Ferrosur, sin aumentos de sueldos, sin trabajos específicos y bajo un régimen de flexibilización irritante.
Un convenio
"No hemos firmado la paritaria porque ellos no quisieron hacerlo y lo harían si nosotros accedemos a firmar el convenio de flexibilización que ellos nos pretenden imponer. El aumento, con sumas fijas y en partes, sería por un aumento del 38 por ciento general aun que en cuotas, pero no se ha avanzado todavía. Hemos tenido un paro por 24 horas pero ahora estamos en alerta permanente porque en cualquier momento volvemos con una medida de fuerza", dijo Sergio Aranzabal.
El dirigente gremial y su sindicato sabe que no pueden reiterar demasiado un método de lucha porque "va perdiendo efecto si lo hacemos. Ahora estamos en asamblea permanente y dentro de un plan de lucha".
Señaló que el gremio Apedefa quería "un convenio con la estructura de puestos y reglas claras por las que cada uno saber qué trabajo tiene que hacer cada uno. De esa manera, uno se ajusta a la tarea y con el sueldo correspondiente. En cambio, la empresa quiere generar una flexibilización laboral con la consecuente polifuncionalidad".
Algunos detalles que dio Aranzabal causan escalofríos. Por ejemplo, "hay locomotoras y vagones que no conservan la correpondiente pestaña que le da mayor seguridad y evita los descarrilamientos, pero la CNRT (Comisión Nacional de Regulación del Transporte) no controla nada y no obliga al concesionario a respetar estas medidas de seguridad". Entonces, la inminencia de un descarrilamiento está presente.
El Estado ausente
"La infraestructura esta abandonada. No hay control porque no se lo controla y de esa manera no se hace nada para evitar accidentes. Nosotros vamos a seguir con trabajo a reglamento, quites de colaboración y eso termina afectando al servicio".
Con respecto a los tramos de vías, fundamentalmente a la altura de Las Flores, "están llenas de cupone que son pedazos de rieles que se adicionan pero que son muy peligrosos para los trenes de pasajeros. El organismo del Estado no controla, no se preocupa (CNRT), y las cosas siguen igual. Seguimos en conflicto pero con otra modalidad. Ya hicimos un paro pero ahora hemos decidido hacer un quite de colaboración. Estábamos mejor cuando Ferrosur era de Loma Negra, para colmo le han dado poderes a funcionarios que creen que pueden hacer lo que quieran", con lo cual confirma de algún modo esa idiosincracia bien argentina de estar siempre añorando lo menos malo.
La idea, dijo Aranzabal, "es continuar con la lucha mientras se pueda aguantar. Estamos prácticamente en conflicto permanente con Ferrosur Roca, pero solamente Apedefa, que aglutina al personal de dirección. Con la paritaria que plantea una suba del 38 por ciento, ahora no la quieren firmar si nosotros no desistimos del reclamo por el convenio. Es una especie de extorsión pero nosotros nos vamos a mantener firmes. Al final -ironizó, aludiendo al aumento de los legisladores- nos conviene la paritaria del Congreso. Pero vamos a continuar con nuestro plan de lucha que a la vez incluye un reclamo por el estado de las vías y del ferrocarril, algo que el organismo del Estado no está atendiendo", cerró.