"Tenemos historia, somos Instituto. El Profesorado de Educación Física de la ciudad de Olavarría se encuentra en los festejos por su cincuentenario. Docentes y estudiantes están reconstruyendo la rica historia que en nuestra ciudad tiene tal institución. El propósito fundacional de esta propuesta que pretende publicar mensualmente un periodo de la historia del profesorado, es poner en valor acontecimientos y protagonistas de la institución a lo largo de los años, destacado los valiosos aportes de esta comunidad educativa en la vida de la ciudad, la región y el país.

Se puede afirmar, con total certeza que esta casa formadora es producto de Olavarría. Fue en el mismo seno de la intendencia local donde se forjo la idea y se llevó a cabo la creación del primer profesorado Provincial y uno de los pocos que por la década del setenta existían a nivel nacional. Hoy cincuenta años después de su creación y habiendo transitado sus aulas innumerables estudiantes de la ciudad, la región y de varias provincias (desde su creación a la fecha se encuentran egresadas cuarenta y siete promociones) podemos afirmar que el paso por la misma, deja huellas identitarias muy profundas en los y las profesores/as que egresan de allí. Al mismo tiempo, el instituto es sentido como propio en una gran parte de la ciudadanía local, porque se la reconoce en la diversidad de espacios donde se insertan los profesores/as, con una impronta particular que los caracteriza a cada uno de ellos/as, construyendo vínculos generación tras generación con diversos sectores y actores de la ciudad.

En la creación del profesorado, dos personas influyentes del ámbito local, tuvieron mucho que ver con la apertura del instituto. El intendente Ingeniero Enrique Mario Alfieri y el profesor Edberto Herrera, quiénes ya venían desde la década del sesenta trabajando incansablemente para que las y los niños y jóvenes de la ciudad tengan espacios para el desarrollo de prácticas corporales. Durante ese periodo, Olavarría se transforma en un centro de actividades regionales de competencia inter-escolar, dadas las características geográficas y la infraestructura de la ciudad, al tiempo que se comienzan a habilitar distintas bases de campamentos para albergar contingentes provenientes de la región y se organizan torneos de atletismo en clubes. En 1968, el intendente encomienda planificar acciones para la niñez, la juventud, la adultez y las familias. De esta manera se crean centros de recreativos en diferentes sociedades de fomento. Por falta de profesores también se generaron cursos con orientación deportiva en básquet y futbol con el objeto de capacitar a jóvenes técnicos que conducirían a los deportistas en las distintas instituciones. El profesor Herrera fue el encargado de organizar varias acciones tendientes a lograr tal cometido. El mismo expreso en sus escritos que:

"… a partir del verano de 1959/60 nace en Olavarría una fuerte corriente, que se inicia con la recreación del Club de Niños y la Escuela de Natación y Gimnasia…como experiencia piloto se pone en marcha el primer centro recreativo en la Sociedad de Fomento Mariano Moreno, con educación física y dibujo para niños, con la intención de crear otros con distintas actividades culturales en sociedades de fomento y asociaciones del ámbito escolar y no escolar" (Documento "Historia de la DGEF", 1995).

A través del incansable trabajo, el profesor Herrera, llega a desenvolverse como funcionario local, en el rol de Director de Acción Social Municipal, sin dudas, la convicción de su tarea hizo que se fueran sumando actividades y acciones que rápidamente dejaron en evidencia la necesidad de personal especializado en el desarrollo de prácticas lúdicas deportivas para la niñez y a la juventud, ya que muchas de estas propuestas las realizaban un grupo de atletas.

Esta ardua tarea fue acogida por los vecinos que veían en estas acciones valores formativos relevantes para sus hijos quienes le hacían saber al Intendente Alfieri la necesidad de apoyar con más ímpetu tales propuestas. Mientras se desarrollaban tantas experiencias en la ciudad, surge la necesidad de la formación de docentes en educación física, quedando latente la idea de gestionar ante las autoridades del Ministerio de Educación de la Provincia el primer Instituto de Educación Física.

Motivado e incentivado el Intendente sobre este tema y el profesor Herrera quién además asumía el cargo de inspector dentro del sistema educativo, inicia una serie de gestiones que dieron origen a un trabajo articulado entre el sector político, el sector empresarial, el sector educativo y la propia comunidad. Demasiadas fuerzas como para no avanzar en la creación.

Estas gestiones iniciadas por el Ingeniero Alfieri, se vieron allanadas durante las visitas que efectúan, el Ministro Provincial de Educación, Alfredo Tagliabúe; el empresario local Alfredo Fortabat y su esposa, Amalia Lacroze, en el marco de la inauguración oficial de las bases de campamento instaladas en el cerro Loma Negra. Oportunidad en que se cimentaron las conversaciones de lo que sería el primer Instituto Provincial de Educación Física (único en el Ministerio de Educación de la Provincia de Buenos Aires). De allí, surge el ofrecimiento de Alfredo Fortabat de contribuir para concretar las instalaciones necesarias para su funcionamiento en el club S. y D. Loma Negra.

A los pocos días llega a la municipalidad de Olavarría la Resolución Ministerial 00534 cuyo texto en sus principales esbozos expresa:

(..) Que por expediente 2600-5135/70 la Municipalidad de Olavarría solicita la creación de un Instituto Superior de Educación Física.

Que el Ministerio propugna la capacitación de los docentes en todas las ramas de la Enseñanza; y que, dentro de esa orientación, la formación de docentes para Educación Física reviste particular importancia por su repercusión en la comunidad.

Que la Fundación Alfredo Fortabat ha manifestado su intención de solventar en la ciudad de Olavarría, la implementación necesaria para actividades de Educación Física,

El ministerio de educación resuelve:

1) Crear el instituto superior de formación docente en educación física en la ciudad de Olavarría.

2) Encomendar a la Dirección de Educación para que disponga de todas las medidas conducentes a la pronta puesta en marcha del mencionado Instituto.

3) Agradecer a la Municipalidad de Olavarría y a la Fundación Alfredo Fortabat la inestimable colaboración que prestan al Ministerio de Educación de la Provincia en favor de la educación integral de la juventud bonaerense. (…) Recibida tal resolución hubo que comenzar a pensar dicha creación. En ese trabajo se encomendó el profesor/inspector Herrera, quien se pone en contacto con sus colegas el Inspector Jefe de Zona Francisco O. Barosela y el inspector de enseñanza par de Herrera, Dardo N. Restivo quienes fueron afectados por el ministerio al armado del profesorado, aludiendo a que sus aportes facilitarían dicha organización. La primera preocupación de ellos, fue lo que refería a la formación, no fue menor porque trasciende como legado de esos primero pensamientos de Barocela, Herrera y Restivo, cual si fuera un mandato a considerar por quienes enseñan hoy en el Instituto, el sentido de rigurosidad y humanismo en la tarea de la formación docente.

El trabajo arduo que se realizo tuvo su corolario el 8 de abril de 1971, fecha en la que se realiza el acto inaugural del Instituto Superior de Formación Docente en Educación Física en Olavarría. Asistiendo a la misma el señor Gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Brigadier Horacio Rivara. Contando además con la presencia del señor Ministro de Educación de la Provincia, Profesor Alfredo G. Tagliabúe; El señor Director de Enseñanza Superior Profesor Eduardo J. Barreiro; El señor Alfredo Fortabat y su esposa Amalia L. de Fortabat; El Intendente Municipal de Olavarría Mario Alfieri y demás autoridades provinciales, municipales y de Loma Negra.

El Inspector Jefe, Profesor Francisco O. Barosela, fue designado director quien es para los que transitaron las primeras promociones, el pedagogo más significado por su formación académica y humana. El cargo de Regente de estudios, lo ocupo por designación el profesor Edberto Herrera y el de Secretario, el profesor Jorge Justo Gallardo. Con las autoridades designadas, la carrera se fijó en tres los años de estudio, otorgando dos títulos: maestro en educación física a los alumnos que aprobaran el segundo año y profesor de educación física quienes acreditaran tercero. Ambos títulos tendrían equivalencia con los similares extendidos por los Institutos Nacionales de Educación Física.

Fijadas las pautas normativas hubo que construir el plantel de docentes. Los tres inspectores realizaron un estudio pormenorizados de los perfiles docentes que consideraban necesitaban para cada materia. Hicieron selecciones y viajaran a entrevistar personalmente a varios que luego se transformaron en profesores viajeros y varios de ellos dejaron una impronta que aún hoy se sostiene como rasgo identitario al interior del instituto.

Ese primer claustro docente quedo integrado por: Ariel Oscar Cardozo para la cátedra de Vida en la Naturaleza, que con el tiempo se constituye en uno de los pilares de prestigio la institución por su trascendencia en las distintas zonas del país; Francisco Aquino que dio a la cátedra de Gimnasia teniendo un reconocimiento nacional en su especialidad; Jorge Alberto Gastelu como profesor de Teoría y María Elena Marzoila en Pedagogía; Femando Carlos A. Rodríguez Facal en Atletismo, quien tenía un reconocimiento nacional por su actuación a cargo de equipos internacionales; José A. Saznson en Gimnasia Deportiva; Oscar Alcides Zapata en introducción a la Educación Física; Luis Maldonado Regente de Estudios y como Regentes de Internado Liliana Gallardo y Walter Guillermo Laenge, quien con su impronta dejo huellas en muchísimos egresados haciendo del softbol un deporte anclado en la cultura de la ciudad.

Junto a ellos, se sumaron prestigiosos profesores del medio: Alberto Eduardo Arouxet en Básquetbol; Blanca Alem en Música; Ana María Aflogia en Ingles; María Lidia Romero en Francés; Juan Waldemar Wally en Filosofía quien más adelante fuera director del instituto también; Inés Crespo en Psicología; Luis Marmunti en Danzas Folklóricas, se sumaron a ello el profesor Rubén Vila y David Rubio como ayudantes en las distintas cátedras.

Completaban la planta un equipo, tesorero: Gregorio Enrique Albin; Auxiliares: Alberto Melitón, Marcos Gensón, enfermera: Olga Paunesa; Médico: Dr. Eduardo Aníbal Demartini.

Completado el plantel, se fijan las condiciones de admisión. Entre ellas destacan contar con título de bachiller o peritos mercantiles, o técnicos con aprobación de cursos de enseñanza media completos. Poseer domicilio en la Provincia de Buenos Aires, poseer entre 17 y 25 años, tener una altura mínima a de 1,65mts con peso en relación a la talla, acreditar buena salud y condiciones físicas. Los estudiantes podían presentar en su admisión constancia de antecedentes deportivos de cualquier manifestación colegial y no colegial expedido por el establecimiento respectivo o institución responsable.

La carrera contemplaba un doble perfil para los estudiantes según su carácter de regulares-becarios e internados. Para facilitar el estudio del profesorado a alumnos aptos por su integridad vocacional y para cubrir las necesidades educativas en el ámbito de su jurisdicción, el gobierno provincial asignó "becas de honor", reintegrables por obligación moral y por la duración normal de la carrera. Entre los beneficios de los becarios constaba el alojamiento a las residencias estudiantiles, la alimentación, las ordenes oficiales de pasajes para el traslado de los alumnos en misión de trabajo o estudio, iniciación o finalización del periodo lectivo o cuando disponga dirección, y el uso y acceso ilimitado al material de trabajo. El reintegro de la beca a la repartición se fijó como compromiso ético, donde después de haber transcurrido un año del egreso, el ex alumno comenzaría a devolver proporcionalmente, en fracciones mensuales, trimestrales, semestrales y anuales el importe total de la beca con que se posibilito el ingreso a la profesión. Dicho reintegro se realizaría en un plazo máximo de veinte años.

En el primer año de la carrera son de la partida treinta estudiantes varones, provenientes de Mar del Plata, Bahía Blanca, Chivilcoy, Ayacucho, Pergamino, General Madariaga, Azul, Pehuajo, Benito Juárez, Junín, Ramos Mejía, Bolívar, Vedia, Alvear, Merlo y Quilmes. La modalidad de cursada fue similar a la de los institutos nacionales de la época, con el sistema de internado, favoreció la construcción de vínculos muy fuertes al punto que se instaló la idea de "familia" que aún hoy sigue siendo un rasgo identitario que nos otorga cierta particularidad en quienes hemos transitado o transitamos por el instituto. Bajo el lema de "dar, dar y dar", las primeras promociones de egresados marcaron a fuego una forma particular vivir la carrera, con un sentido altruista de la formación, siendo protagonistas abnegados en diferentes espacios de intervención como prácticas en los clubes de niños y escuelas primarias de la zona.

Los y las estudiantes pioneras se formaron a partir de cursadas intensivas y exigentes con clases en ambos turnos, muchos de ellos, reconocidas/os en el plano local, por ser quienes comenzaron a abrir innumerables espacios educativos, seguramente las y los lectores podrán dar cuenta de experiencias transitadas en tal o cual lugar con algunos de ellos. Profesores muy comprometidos con lo social haciendo que de Educación Física en general y de los egresados de este profesorado en particular, un modo de desarrollar la profesión, que es reconocida en el plano nacional.

En este período de revisionismo, vale dejar escrito además del recuerdo de las acciones llevadas a cabo por el ingeniero Alfieri, quien en sus discursos académicos rememoraba la convicción que tuvo en la creación del instituto como política pública municipal sabiendo que para la ciudad sería muy beneficioso en muchas facetas. Sus gestiones a nivel gubernamental, empresarial, económica y política y la visión e inquebrantable pasión por las practicas lúdicas deportivas del profesor Herrera, hicieron posible la creación de este primer profesorado provincial en Educación Física, radicado en nuestra ciudad, por lo que la gratitud hacia ellos, de parte de la comunidad educativa del instituto, se revalida en cada aniversario".