El Tejetón Solidario Olavarría "exporta" mantas para el comedor social de Margarita Barrientos
Se destinarán al comedor "Los Piletones", ubicado en el sur de la Ciudad de Buenos Aires, que diariamente entrega 2.400 raciones que, sumadas a las de los emprendimientos de Cañuelas y la provincia de Santiago del Estero, actualmente totalizan 5.000 platos de comida en forma diaria.
Se trata de "Los Piletones", el comedor ubicado en el sur de la Ciudad de Buenos Aires, que diariamente entrega 2.400 raciones que, sumadas a las de los emprendimientos de Cañuelas y la provincia de Santiago del Estero, actualmente totalizan 5.000 platos de comida en forma diaria.
Lo cierto es que desde Olavarría, los referentes del Tejetón Solidario se comunicaron telefónicamente con los colaboradores de Margarita Barrientos y decidieron el envío de estos elementos de abrigo, para ayudar a quienes concurren a los comedores. "Obviamente que sin cargo, la empresa TAS llevará los bultos con las mantas hasta Villa Soldati, donde tiene un depósito ubicado en avenida Rabanal 3159 y, una vez allí, nosotros nos encargaremos de informarlo a la gente de la fundación, para que pasen a retirarlos", explicaron desde el movimiento olavarriense, que en estos días está cerrando la actividad anual para retomarla en los primeros meses de 2019.
En los primeros ocho meses del año, la organización llevada donadas a diferentes instituciones, personas, Cáritas, colegios y ONGs, un total de 119 frazadas, 97 mantitas de bebé y 6 frazaditas para cuna funcional, lo que ya entonces transformaba al 2018 en el año más productivo de sus cuatro años de existencia.
El Tejetón Solidario nació casi por casualidad en Olavarría, copiando una modalidad capitalina. Se trata de una actividad que reúne, un día determinado, a quienes pueden aportar lanas, hilos, tejidos bajo una determina norma u horas de su tiempo para confeccionar frazaditas que luego serán repartidas en los hogares más necesitados. Con dos agujas o al crochet, cada tejedora tiene su técnica y la vuelca en cuadraditos de 20 x 20 cm. o tiras de 20 x 1,80 metros. Quienes no saben tejer, se dedican a ovillar o a unir cuadraditos o tiras para finalmente lograr confeccionar una manta o una frazada. Sin embargo, la actividad termina prolongándose más allá del encuentro anual, que este año se concretó en junio en instalaciones de la Biblioteca Popular "Coty Laborde", e incluye a quienes donan, los que tejen, los que destejen, los que ensamblan, los que venden rifas, quienes entregan, los que piden, en definitiva, somos muchos" tras un mismo propósito, que no es otro que ayudar a los más desprotegidos".
Sin embargo, siempre hay casos que superan lo imaginable. Como el del señor de 92 años que "nos ha ensamblado frazadas en forma artesanal y utilizando una máquina, dos de las cuales integran el envío actual". Y también una señora "no vidente, que entrega su tiempo tejiendo cuadraditos". Ambos "son personajes admirables que hemos descubierto estando en este movimiento", comentaron desde el Tejetón.
"Entendemos que difundir el destino de las mantas que son producto de la solidaridad comunitaria posibilitará mayores aportes en la próxima temporada, cuando reiniciemos las rifas, los pedidos de materia prima y la compra de lanas", finalizaron.