Una vez más, los integrantes del grupo Latidos del Alma dicen Gracias. Y lo hacen en nombre de los chicos y docentes que recibieron la ayuda olavarriense que llegó a fines del mes de mayo hasta Gral San Martin, una ciudad ubicada a unos 120 km de Resistencia y que sufre del frío y del hambre, como si allí la pobreza se hubiera estancado para siempre.

La comida que viajó más de mil kilómetros en un camión repleto sirvió para evitar el corte del servicio de los comedores escolares, que estaban a punto de interrumpirse por falta de recursos. "Por eso la directora de una de las escuelas estaba tan contenta y por supuesto sumamente emocionada y agradecida", subrayó Silvia Pereira, una de las creadoras del grupo que en el 2014 cumplió su octavo viaje a ese lugar del país.

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