La ciudad de Olavarría ha sido declarada en estado de emergencia tras un fuerte temporal que azotó la zona en la tarde del martes, causando daños extensos en toda la ciudad. En una conferencia de prensa realizada en la sede de Bomberos Voluntarios este miércoles, el Comité de Emergencia, encabezado por el intendente Maximiliano Wesner, informó sobre las acciones en curso para normalizar la situación.

El temporal, que comenzó en la tarde del martes con ráfagas de viento de hasta 120 kilómetros por hora y fuertes lluvias, provocó la caída de árboles, techos volados, paredes rotas y calles inundadas. Como consecuencia, se ha cortado la electricidad en gran parte de la ciudad, y el suministro de agua no está garantizado hasta que se restablezca la normalidad. Las clases han sido suspendidas en todo el partido.

El Intendente Wesner detalló que el Comité de Emergencia ha dividido la ciudad en 9 cuadrículas para llevar a cabo tareas de limpieza y asegurar la libre circulación. También se ha establecido el club Racing como centro de evacuados y para recepción de donaciones, aunque hasta el momento no se han reportado familias evacuadas. A pesar de los daños sufridos en el Hospital Municipal, se aseguró que la atención médica y la provisión de alimentos están garantizadas.

Mercedes Landivar, otra miembro del Comité, indicó que más de 60 familias han sido relevadas por la Secretaría de Desarrollo de la Comunidad y se está elaborando un decreto de emergencia para abordar las crisis de manera eficaz. Se ha pedido a la población que use el agua con precaución y que se comunique con el desarrollo social en caso de necesidad.

El transporte público se ha detenido por precaución, pero se evaluará su reanudación al mediodía, dependiendo de la situación del cableado eléctrico.

Raúl Ferreira, representante de Bomberos Voluntarios, destacó el trabajo en equipo y la organización lograda tras el caos inicial. Aunque reconoció que la recuperación llevará tiempo, aseguró que se está haciendo todo lo posible para restablecer la normalidad en la ciudad.

Este evento climático, el más severo desde 2012, ha puesto a prueba la capacidad de respuesta de Olavarría y ha unido a la comunidad en esfuerzos de recuperación.