En principio, Juan Sánchez, concejal por el unibloque de los Trabajadores, advirtió ayer que "en todos lados está habiendo despidos. Justamente ahora (ayer por la tarde) estoy atendiendo una señora que está despedida de una empresa que hace la limpieza a Loma Negra; hoy a la mañana también vino otro muchacho del Matadero, y así es bastante seguido", refirió. Asimismo, "también veo que se están achicando un montón de tareas secundarias, que por ejemplo la gente hacía trabajos de albañilería pequeños o pequeñas changas; y la gente que estaba haciendo esas cosas está bastante preocupada".

En el HCD "se ve cada vez más gente que está necesitando de una mano. Me parece que es el panorama que viene con la recesión que ya oficializó el gobierno tanto para este año como para el que viene. Ese cóctel mezclado de un aumento de tarifas y una baja en la obra pública es explosivo y solamente lo van a pagar los trabajadores, a través de su pérdida de poder adquisitivo, de salario real, de oportunidades laborales y de aceptar salarios a la baja".

Debido a las medidas económicas adoptadas desde el gobierno "se está entrando en una incertidumbre permanente porque se está anunciando en la Provincia el aumento de las tarifas de luz, el mismo sentido corre el gas, se están habilitando mensualmente los aumentos de combustibles, de manera irresponsable y sin ningún tipo de control porque a nadie escapa que en toda la cadena de costos el impacto de combustibles ronda el 25 por ciento", subrayó Sánchez para anticipar nuevos aumentos de precios.

Mientras tanto, Saúl Bajamón, ex concejal y referente de la Federación de Tierra, Vivienda y Hábitat de Olavarría (FTV), dio detalles de la experiencia en la olla popular realizada en la Unidad Básica "La Patria es el Otro", en Sarmiento casi Urquiza. Luego de establecer que la actividad comenzó "primero para 70 personas, después para 100 y ahora para 150", para dar cuenta del incremento de las necesidades. "La gente lo retira mediante viandas y vienen personas de los barrios Eucaliptus, Isaura, Provincias Argentinas, obviamente del barrio Yrigoyen y hace dos fines de semana llevamos una olla para 50 personas a barrio Coronel Dorrego", reveló.

Asimismo, especificó que también se recibe ayuda de las empresas locales y la Escuela Agropecuaria. "A veces nos avisan, por ejemplo hoy, que de algún lugar determinado -en una empresa- sobraron 30 viandas y las repartimos. Lo mismo pasa con la leche, que se va súper rápido. Hay mucha gente que tiene alguna dificultad para llegar a fin de mes y también está la gente que no tiene trabajo o que hacían changas, y es ahí donde más se nota la necesidad. Tenemos gente que ha perdido la tarifa social en la luz; y tenemos gente que perdió la garrafa social", lamentó el dirigente.

"Claro deterioro"

Por último, Federico Aguilera, concejal por Unidad Ciudadana, afirmó que "la situación es compleja en muchos sectores de la ciudad. Vemos que hay un claro deterioro en el tejido social, sobre todo en los barrios de la periferia. La situación económica personal y familiar de los vecinos, en sintonía con lo que se vive a nivel nacional, está cada vez más difícil por el aumento de los productos de la canasta básica; el aumento de tarifas; la pérdida de poder adquisitivo; salarios a la baja; todo eso ha repercutido fuertemente en la economía doméstica".

Por consultas "informales en los Servicios Territoriales, nos han constatado que mientras en el año 2015 se repartían 50 bolsas de alimento, actualmente en algunos servicios territoriales es de 170 bolsas; por lo cual la demanda se ha multiplicado exponencialmente".

Asimismo "realizamos actividades como roperitos comunitarios en diferentes barrios y se ve la necesidad concreta de la gente. Muchas veces nos manifiestan que no pueden llegar a cubrir los costos de la canasta básica, con la alimentación necesaria para sus hijos, que no comen las tres comidas al día".

También confirmó que "hasta el momento no hemos tenido ninguna respuesta" sobre las medidas propuestas el Ejecutivo local para paliar la situación. El impacto "ha llegado, sobre todo a los sectores más vulnerables, que no cuentan con un empleo formal o directamente están desempleados. Y hay familias que realmente se les está haciendo muy difícil llevar adelante por todos estos factores".

"Hay que poner en alarma a la situación. Creo que lo sucedió con el intento de saqueo es consecuencia de esta situación de crisis social. Si no existiese, no se hubiese generado ese intento. Obviamente que alguien lo organiza pero porque está el contexto dado para que sea así".

En Olavarría

El concejal Juan Sánchez, del unibloque de los Trabajadores, planteó que la reducción del déficit anunciada por el gobierno nacional impactará con fuerza en la región. Luego del acuerdo con el FMI, "ahora intenta llegar a un déficit cero, con lo cual vamos a un achicamiento de las cuentas públicas. La mitad se va a lograr con las nuevas retenciones y la otra mitad, con la baja en la obra pública, que se va a reducir al 50 por ciento en todo el país".

"Eso es suicida para los trabajadores y no se ha tomado todavía dimensión porque la obra pública es el motor de ciudades como Olavarría, desde donde se vende cemento, cal y piedra para la obra pública". En ese contexto, "si bien las empresas con ajuste y reducción del personal van a seguir existiendo, van a pagar el costo todas las empresas de servicios que trabajan con las cementeras y caleras, porque las distintas empresas en los PIOs trabajan directa o indirectamente con las cementeras", afirmó.

En definitiva, "esto se va a trasladar directamente al ciudadano olavarriense, que va a tener menos dinero, va a gastar menos y va a impactar mucho en la economía local: la recesión que se está viendo se va a incrementar".

Necesidades en aumento

El ex concejal Saúl Bajamón dudó de las medidas en salvaguarda de los sectores más vulnerables. "No creo que sea cierto lo que dicen dirigentes del gobierno municipal y provincial, que a cada rato están haciendo anuncios que ayudan cada vez más a comedores o merenderos: nosotros no vemos nada absolutamente, ni una lata de tomates", opuso.

De todas formas, "hemos mandado pedidos, los hemos notificado. Cuando anunciaron que iban a ayudar a los comedores le avisamos al Municipio que nos registren porque la garrafa hay que pagarla pero a nosotros, nada. Quizás nos discriminan por la posición política que tenemos pero en realidad entregamos la comida, no la comemos nosotros".

Asimismo, el dirigente desestimó el impacto de la ayuda oficial. "Ellos creen que con una bolsa de alimentos van a arreglar algo, pero con eso no hacés nada, además hay gente que tiene dificultades para cocinar. Es muy compleja la situación en este sector; la gente no está preparada para esto".