Turismo: con las expectativas de mejoras para el 2021, el sector sigue resistiendo a la crisis
Con muy poca demanda, pero con las esperanzas de que la vacunación traiga un poco más de normalidad. Así es la situación de las agencias de viajes que llevan un año y medio de crisis. De los 40 o 50 pasajes que vendían por mes antes del 2020, ahora "con suerte llegaremos a tres". Ushuaia, Calafate e Iguazú son los destinos que más consultas tienen.
Mientras tanto, que el Gobierno nacional relanza el plan Pre-Viaje aunque no genere demasiadas expectativas en base a la experiencia de esta iniciativa durante el año pasado.
Lo cierto es que "de los 40 o 50 pasajes que vendíamos por mes antes del 2020, ahora con suerte llegaremos a tres", expone Ignacio Laborde desde Oracle, la agencia olavarriense que lleva 12 de trayectoria.
En porcentajes, "diría que estamos trabajando a un 5% de lo acostumbrado en tiempos normales", asume María Emilia Goñi desde Blue Travel.
La mayoría de las consultas en este 2021 son por viajes al interior del país, encabezados por Mendoza, Ushuaia, Calafate e Iguazú.
Sin embargo, la incertidumbre a la hora de contratar un paquete turístico, la nula planificación que se puede realizar en un contexto donde las reglas de juego cambian permanentemente o el pensar en quedarse varados y no poder regresar son las principales trabas que hay actualmente. "La gente tiene ganas de viajar, pero no hay una norma universal, cada lugar impone su regla", sentencia la operadora turística.
A modo de ejemplos, María Emilia Goñi cuenta que tenía contratado un viaje a Europa pero que "como tiene la dosis de la vacuna Sputnik no puede entrar". Una situación similar vivió Ignacio Laborde, "podés ir a Turquía o a Grecia, pero no a destinos de la Comunidad Europea".
Al exterior, "se vende algún que otro paquete para países europeos y para viajar a Estados Unidos sigue habiendo demanda. Lo que sucede es que mucha gente tenía comprado su pasaje incluso desde 2019 y las aerolíneas ya no postergan más los vuelos entonces si no viaja ahora, lo pierde. Entonces se ve más movimiento de esa gente que está utilizando esos viajes", mientras que la contratación de nuevos paquetes "se da de manera muy esporádica".
Para María Emilia Goñi, "junto con el de eventos, el del turismo es uno de los rubros que peor lo están pasando. Por lo menos podemos vender a futuro y hacer algo de caja. En mi caso personal, mes tras mes me voy manteniendo".
En este sentido, afirma que la situación "está un poco mejor que lo que fue el año pasado donde tuvimos seis meses sin poder ni siquiera abrir y en el medio hubo que devolver dinero de pasajes contratados, muchos de ellos pagados en dólares por lo cual hasta tuvimos que sacar créditos para poder afrontar la situación".
A su turno, Ignacio Laborde expone que "las muy poquitas reservas que tenemos son de algunos paquetes de esquí y algunos destinos nacionales pero la mayoría de los pasajeros han salido de viaje en auto, contratando lo que van viendo en el viaje, como eran antes".
Plantea, además, que "cada provincia tiene sus propias reglas y dentro de las provincias inclusos cada ciudad se maneja distinto, hay algunas que piden PCR y otras que no. No hay un criterio unificado".
Ayuda y subsistencia
La primera caída del sector del turismo llegó poco antes de la pandemia, "cuando implementó el impuesto del 35% para viajes al exterior. Eso fue un cimbronazo", define Laborde. A eso se sumó después la parálisis de la actividad durante seis meses del 2020.
Ante la imposibilidad de trabajar con normalidad, muchos rubros se han visto afectados y desde Nación se han creado subsidios destinados a amortiguar el impacto económico generado por la crisis del Covid, entre los que se cuentan el Programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción (ATP), y el Programa de Recuperación Productiva (REPRO).
En la práctica, sin embargo, las iniciativas no han representado una ayuda significativa. "El ATP representa un 20% de los gastos corrientes que tenemos", asume el responsable de Oracle Viajes.
En cuanto al plan Previaje -el mecanismo de devolución del 50% de gastos en viajes y turismo- que se implementará nuevamente desde el mes que viene, "la experiencia no ha sido buena, no ha servido de mucho", confiesa la responsable de Blue Travel.
A mediados de agosto, el Gobierno planea lanzarlo nuevamente y esta nueva edición está pensada en la próxima temporada de verano. Según anticiparon desde el Ministerio de Turismo, los créditos por las compras realizadas estarán disponibles para ser utilizados a partir de diciembre de este año.
El mecanismo para acceder a la devolución del 50% de los gastos será similar al de la edición anterior. Por las compras realizadas ante prestadores turísticos inscriptos en el Programa (alojamientos, agencias de viaje, transporte o excursiones, entre otros) se recibe un crédito equivalente al 50% del total que se acredita en una tarjeta o billetera electrónica del Banco Nación y que luego puede usarse para adquirir servicios turísticos, en gastronomía, entretenimiento o cines y teatros.
En la experiencia anterior, lanzada en septiembre pasado, "no sirvió de mucho, la gente estaba asustada y con mucha incertidumbre. Creo que ahora le hemos perdido un poco el miedo y además está la vacunación que en el 2020 no estaba".
A pesar de las ayudas y de un horizonte algo más normalizado, nada alcanza a un sector que atraviesa una situación crítica. "Ojalá que las iniciativas que haya sirvan, pero el Repro por ejemplo cubre el sueldo de la empleada, mientras tanto yo tengo que vivir, sigo pagando autónomos, ingresos brutos, absolutamente todo".
En este contexto, en Olavarría varias agencias de viaje subsisten gracias al Home Office, un recurso que les permite dejar de pagar un alquiler por un local comercial y achicar gastos.
No es el caso de las dos agencias consultadas en esta oportunidad. "Yo siempre fui previsor y eso me permite poder sostener esta etapa, además tuve la ayuda de mi locador para poder continuar trabajando en el local. Impositivamente, sigo pagando Ganancias hasta el adelanto de Ganancias que es una barbaridad que nos siga corriendo ", cuenta Laborde.
Y analiza que "el turismo siempre fue una industria que se vio más como un enemigo que se dedicaba a sacar dólares afuera, cuando en realidad la industria del turismo mueve ocho puntos del PBI. Cuánto puede llegar a gastar un turista en dólares, seguramente mucho menos que las empresas multinacionales".
La estrategia es "aguantar hasta que se pueda", aseguran. Y confían en que el turismo vuelva a funcionar. "Acá hay una carrera por detrás, un estudio y una vocación, el desarrollo de toda una empresa y me niego a deshacerme de mis sueños, sobre todo si a uno le ha ido bien", sentencia Ignacio Laborde.
En la misma sintonía, María Emilia Goñi asegura que "mi vocación y mi amor están puestos en esto así que seguiré remándola hasta que esta situación se comience a revertir".