En primer lugar, es importante determinar si se trata de un embarazo de alto riesgo, el cual se caracteriza por una mayor probabilidad de problemas de salud antes, durante o después del parto tanto para la persona gestante como para el bebé. La identificación temprana de esta condición permitirá implementar a tiempo los controles y tratamientos necesarios.

Existen factores de riesgo que pueden estar presentes antes de la gestación o que pueden aparecer durante el embarazo. Algunos de estos factores incluyen la edad materna, condiciones socioeconómicas, hábitos tóxicos, enfermedades como la obesidad, la diabetes y la hipertensión, así como antecedentes de partos prematuros, muerte intrauterina o cesáreas.

Es fundamental realizar un control clínico exhaustivo de la mujer embarazada en caso de embarazo de alto riesgo. Este control implica medir la presión arterial y el peso materno, evaluar la altura uterina a partir de la semana 20 y realizar una valoración de la vitalidad fetal.

Durante el embarazo, se realizan diversas ecografías para evaluar el desarrollo del feto y detectar posibles problemas cromosómicos. La primera ecografía se utiliza para medir la edad gestacional y determinar si el embrión está bien formado. Luego, entre las semanas 11 y 14, se realiza un estudio para detectar problemas cromosómicos, a través de la medición de la translucencia nucal.

A partir de la semana 20, se recomienda realizar una ecografía morfológica, que permite tomar medidas del feto y realizar un examen detallado de su morfología órgano por órgano.

En cuanto a los controles, se deben realizar mensualmente hasta la semana 24, luego cada 3 semanas hasta la semana 34, cada 2 semanas hasta la semana 36 y semanalmente hasta el final del embarazo.

Es importante destacar que todas las personas gestantes deben tener acceso a un parto respetado y a la atención previa durante las 42 semanas de embarazo en todo el país.

Durante el embarazo, las familias y las personas gestantes necesitan contención y poder expresar sus dudas y emociones. Desarrollar relaciones de confianza con el equipo médico es fundamental en estas situaciones de vulnerabilidad.

El 31 de agosto se celebra el Día Internacional de la Obstetricia y la Embarazada, en memoria de San Ramón Nonato, patrono católico de las obstétricas, parturientas y embarazadas. La historia cuenta que San Ramón fue extraído del útero de su madre por cesárea después de que ella falleciera.