El Gobierno de la provincia de Buenos Aires, encabezado por el gobernador Axel Kicillof, ha decidido otorgar un aumento salarial del 25% por decreto a los empleados estatales y docentes durante el mes de enero. Este incremento se compone de dos partes: 15 puntos corresponden al cierre de la paritaria 2023 y los 10 puntos restantes se brindan como adelanto de las negociaciones salariales que se llevarán a cabo en 2024.

El anuncio oficial ha generado reacciones diversas. Desde la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) consideraron que la suma otorgada es "insuficiente" y señalaron que, para los empleados amparados bajo la ley 10.430, este aumento representa un promedio del 142% en todo el año. Asimismo, exigieron ser convocados nuevamente para discutir las paritarias en el mes de febrero.

Desde el sindicato destacaron que, si bien entienden el contexto económico y político que atraviesa la provincia, no pueden aceptar un incremento salarial por debajo de los índices de inflación. Argumentaron que este aumento corresponde a diciembre de 2023 y al cierre de la paritaria de ese año.

Además, ATE expresó su interés en abordar otros temas, como la incorporación de empleados a plantas permanentes, la creación de un convenio colectivo de trabajo, la discusión sobre la reducción de la jornada laboral sin pérdida de poder adquisitivo y la continuidad de las mesas técnicas comprometidas.

El Gobierno de Kicillof, al anunciar el aumento salarial por decreto, reconoció la pérdida de poder adquisitivo que han experimentado los salarios debido a la acelerada inflación que siguió a la devaluación del tipo de cambio realizada por el Gobierno Nacional. En un comunicado oficial, subrayaron que la inflación de diciembre, cercana al 25%, es la más alta en décadas en el país y que la medida se toma como parte del compromiso con los trabajadores provinciales, a pesar de las dificultades financieras y la incertidumbre en cuanto a los recursos provenientes del Estado Nacional.