El Producto Bruto Geográfico (PBG) de la provincia de Buenos Aires aumentó 2,2% en 2017, con una fuerte incidencia de la construcción y la industria y una pronunciada caída de la actividad agropecuaria.

Según los datos publicados recientemente por la Dirección Provincial de Estadísticas bonaerense, el PBG bonaerense de 2017, a valores constantes (es decir, tomando como base los precios de 2004, descontando el efecto de la inflación), ascendió a $ 260.138 millones, lo que implica una suba del 2,2% con respecto al año anterior, cuando cerró en $ 254.446 millones. Se trata del primer registro positivo de la era Vidal, ya que en 2016 el índice había retrocedido dos puntos porcentuales.

En tanto, el Valor Agregado Bruto (que calcula lo producido por una economía descontando el IVA y otros impuestos) ascendió a $ 215.848 millones, con un aumento del 2,1% respecto del año anterior. El mismo se explica por un incremento del 2,3% de crecimiento de los sectores productores de bienes y del 1,9% de los productores de servicios.

Por otro lado, a valores corrientes (un modelo que incluye el efecto de la inflación sobre los precios), el PBG bonaerense se ubicó en $ 3,6 billones, un 28,2% más que en 2016. En este caso, la inflación anual informada por el INDEC fue del 24,8%.

Construcción e industria, los pilares

Según el informe oficial, la actividad que más creció el año pasado fue la Construcción, con un incremento del 13,4%. El rubro, que tiene un peso del 3,4% en la economía bonaerense, fue directamente beneficiado por la mayor inversión en obras públicas, que mostró una suba del 30%. En cambio, la construcción privada aumentó 10,5%, mayormente proveniente de actividades no registradas.

Le siguió la explotación minera, con un aumento del 9,1%, originado principalmente en la suba en minerales no metálicos, acompañando el ascenso en la actividad de la construcción, que es el principal destino de los productos de este sector.

En tercer lugar quedó la industria manufacturera, que registró en 2017 una suba del 3,6% respecto del año anterior. En orden de importancia, las actividades que más contribuyeron al crecimiento del sector fueron la fabricación de metales comunes (que exhibió una suba de 16,9%), la fabricación de minerales no metálicos (20,8%) y la fabricación de autos (20,4%).

Las tres principales actividades de 2017 muestran una foto del perfil económico de aquel año: el gran impulso de la obra pública empujó la construcción y la explotación minera, mientras que la industria exhibió una buena recuperación después de la caída de 2016. El dato negativo es que, estos tres "pilares" muestran este año signos de estancamiento y caída.

En el sector servicios, en tanto, el rubro con mayor crecimiento fue e de intermediación financiera, que experimentó un aumento del 5,2%, empujado por los servicios auxiliares a los servicios de seguros (6,9%) y de intermediación monetaria y financiera (6,5%).

La agricultura en baja

La principal caída en el rubro productivo fue de la agricultura, ganadería y caza, que registró una baja del 5%, afectada por el impacto de la sequía en la soja. La principal oleaginosa de la provincia retrocedió un 19,7% el año pasado como consecuencia de la menor superficie sembrada. Para igual período, la producción de maíz se incrementó un 27,7%.

Un debate vital

Los números oficiales marcan a las claras la importancia de la obra pública en el peso de la economía provincial. Su impulso desarrolló otros rubros, y terminó impactando positivamente en el balance final de 2017.

Este escenario implica un desafío para la gobernadora María Eugenia Vidal, que afrontará el próximo año un recorte de los fondos para obra que aporta la Nación, en el marco del ajuste derivado del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Esa retracción, muy probablemente, impactará en las principales actividades productivas, lo que afectará negativamente en el PBG. (DIB)