No hace falta estar enfermo para sentirse fatal. El malestar, la inseguridad, el abatimiento, la frustración son algunos de los "síntomas" de muchas personas sin diagnóstico ni clínico ni patológico.

La psicóloga Pilar Sánchez expone la clave de la dificultad psicológica del momento actual: "La neurosis de Occidente aparece porque el ser humano es libre y puede elegir. Y tener que elegir no es fácil, se necesita fortaleza en la identidad como persona, conocerse uno mismo y marcar metas. Más allá de los aspectos clínicos y patológicos, nos encontramos ante un ser humano con un yo débil, debido, especialmente, a la desestructuración del núcleo familiar".

Nuevas familias

La crisis de la familia y del concepto de pareja es una de las bases de la ausencia de solidez de muchas personas, opina esta psicóloga, quien afirma que los nuevos modelos de familia están por definir y estructurar. Familias monoparentales y homosexuales, con padres divorciados que no conviven, nuevas situaciones que nada tienen que ver con el antiguo modelo fijo, rígido y autoritario. En este contexto, explica Pilar Sánchez, es difícil modular sistemas de apego y cariño y construir personas sólidas y fuertes.

El objetivo es la estabilidad y el equilibrio de las personas, su autonomía e independencia, sin autoritarismo, sobreprotección o negligencia por parte de los padres, ni de nadie.

Relación con los hijos

"Se educa a los hijos para la vida, no para el padre; los hijos no son proyectos empresariales", subraya Pilar Sánchez, quien respeta y aprecia los valores pero acentúa que lo importante son las conductas, los comportamientos y las acciones en relación con esos valores. "Para nosotros la diversidad de la familia es positiva; para nosotros la familia es un grupo humano que se compromete con la crianza y la educación; lo importante es construir personas, luego ya vendrán los conocimientos académicos y técnicos", señala.

Las terapias psicológicas de tercera generación, entre las que se encuentran el modelo cognitivo conductual que Sánchez esgrime en su consultorio, inciden en la búsqueda del bienestar del individuo, tiene entre sus fines ofrecer herramientas para ser capaces de tolerar la frustración, gestionar la adversidad, superar las dificultades y los golpes y detectar donde y por qué se produce malestar, entre otras cuestiones.

Para nosotros, explica Pilar Sánchez, como especialistas en aplicación de terapias psicológicas, los proyectos personales de cambio pasan por fijarse metas, establecer un método personalizado, definir un plan de acción y conseguir evidencias en los resultados.

"Somos ingenieros del comportamiento humano. El gran reto del ser humano es construir un hábito. También hay que buscar siempre metas y reinventarse, éste es el desafío. El humano del siglo XXI no se debe mover en la mera supervivencia, sino en la superación. No se trata de sobrevivir, se trata de crecer, mejorar, afianzarse, construir los indicadores que detecten tu malestar para orientarte en lo que buscas", argumenta.

Tener, una meta pobre

En este contexto, Pilar Sánchez defiende la meta del "ser" por encima de la meta del "tener": "Tener es una meta un poco pobre, muy de mercado, ha dado dinero, pero la construcción del ser es una meta más poderosa", y en esta reflexión añade que lo más sustancioso es el amor y la amistad, pero no el de los contactos que dan las nuevas tecnologías, precisa.

La especialista también pide responsabilidad. "Ahora que somos más libres tenemos que ser más responsables", acentúa, empezando por los profesionales de la psicología, a quien solicita formación, conocimientos, rigor, profundidad y preparación, si realmente quieren ayudar a personas que viven confusas y desorientadas.