La reunión de líderes opositores en Washington con el objetivo de encontrar una "alternativa" al gobierno del MAS ha desencadenado una serie de críticas y negaciones por parte de algunos actores políticos. El jefe de bancada de Comunidad Ciudadana (CC), Enrique Urquidi, confirmó el encuentro, argumentando que es parte de un proceso democrático para buscar una opción seria y responsable que ponga fin al masismo en 2025.

Sin embargo, la transparencia de esta reunión ha sido cuestionada, especialmente después de que el excanciller Ronald Maclean revelara que se trató de un encuentro a puerta cerrada, donde se habría firmado un "pacto secreto" entre dos o tres candidatos tradicionales. Urquidi lamentó estas críticas, argumentando que los acercamientos y diálogos son fundamentales para generar unidad en la oposición.

Por su parte, Gabriela Alcón, viceministra de Comunicación, y el diputado de CC, Marcelo Pedrazas, expresaron preocupación por la realización del encuentro en Estados Unidos, sugiriendo que esto podría implicar una injerencia extranjera en asuntos políticos internos.

La negación de algunos participantes también ha generado controversia. Henry Montero, jefe de bancada de Creemos, afirmó no tener conocimiento del encuentro, mientras que Samuel Doria Medina negó su participación, asegurando que está enfocado en asuntos empresariales y no políticos.

La reunión en Washington continúa siendo tema de debate en la arena política boliviana, suscitando interrogantes sobre la transparencia en el proceso y la posibilidad de influencia externa en la política nacional.