El reciente acuerdo firmado el 18 de diciembre de 2024 entre los líderes opositores Samuel Doria Medina, Carlos Mesa, Jorge "Tuto" Quiroga y Luis Fernando Camacho, marca un hito en la política boliviana de los últimos 20 años. Este pacto busca consolidar un proyecto único para las elecciones de 2025, con el objetivo de enfrentar al Movimiento al Socialismo (MAS), actualmente debilitado por divisiones internas y una pésima gestión económica. 

En este contexto, la unidad de los principales líderes opositores, representa una estrategia para capitalizar la debilidad del MAS. Carlos Mesa, expresidente y líder de Comunidad Ciudadana, aporta experiencia y una base electoral de sectores intelectuales de clase media. Luis Fernando Camacho, gobernador de Santa Cruz, representa a la región más próspera del país y tiene una fuerte influencia en el oriente boliviano, además de que es el símbolo del abuso y la persecución política desatada por el MAS contra sus adversarios políticos.

Jorge "Tuto" Quiroga, también expresidente, ofrece una visión liberal de la economía y experiencia en política internacional, sin embargo, ha generado mucha controversia por su alianza con el Frente Revolucionario de Izquierda, de ideología marxista-maoista, lo que genera dudas, no solo por la incongruencia, sino por una aparente falta de oportunidad al momento de presentar la misma, calificándose, además, como el “candidato irreversible” a la presidencia.

Samuel Doria Medina, se posiciona como una figura clave dentro del reciente acuerdo de unidad de la oposición. Reconocido por su extensa trayectoria como empresario y político, Doria Medina aporta una perspectiva técnica y pragmática que complementa la diversidad de la coalición. Su experiencia como uno de los empresarios más exitosos del país, lo ha consolidado como un referente en temas de economía y desarrollo empresarial. Su habilidad para generar empleo y fomentar el emprendimiento, le confiere credibilidad entre sectores urbanos y clases medias, un electorado estratégico para los próximos comicios.

En el ámbito político, Doria Medina tiene la posibilidad deconstruir alianzas y adaptarse a escenarios complejos,promoviendo un discurso de renovación y progreso, diferenciándose del populismo y el estatismo que han caracterizado al oficialismo en las últimas décadas. Su enfoque en la estabilidad económica y la inversión privada podría convertirse en un eje clave del programa de la oposición, especialmente en un contexto donde la población demanda soluciones efectivas frente a la crisis económica. 

La unión de estas figuras podría consolidar un frente amplio capaz de atraer a diversos sectores del electorado, desde conservadores hasta liberales. Esta diversidad puede ser una fortaleza al ofrecer una alternativa plural al MAS. Sin embargo, también plantea desafíos en términos de coherencia programática y liderazgo unificado. La capacidad de mantener la unidad y resolver diferencias internas será crucial para presentar una propuesta sólida al electorado. La situación económica y las demandas sociales influirán en las preferencias electorales, por lo que una oposición unida, que proyecte credibilidad y que presente soluciones viables, podría captar el voto de los descontentos con la gestión del MAS y lograr su objetivo: una gran victoria electoral el próximo 2025.