Los estruendos que generan los fuegos artificiales afectan a perros y gatos por el sufrimiento que padecen, además del riesgo que pueden correr de lastimarse, intentar escapar y hasta perderse. A comparación de los seres humanos, las mascotas tienen una capacidad auditiva más fuerte. Y es por eso que la mayoría sufren o se pierden cuando escuchan los fuegos artificiales que se usan en Navidad o Año Nuevo.

Síntomas del pánico

Cuando hay fuegos artificiales o pirotecnia cercana, podemos observar los síntomas del pánico en nuestras mascotas. El animal tiembla, jadea o saliva de una forma excesiva, tiene nauseas u otro tipo de molestias abdominales, está agresivo, ladra sin motivo aparente, etc.

¿Cómo actuar ante un ataque de pánico en nuestro perro? Una reacción habitual que tenemos es la de calmarlo y protegerlo. Es normal, por el cariño que le tenemos. Pero nuestra mascota asociará esos mimos a que algo malo está sucediendo y por eso necesita protección. No es la mejor técnica.

Lo más adecuado para ir solucionando la fobia de nuestras mascotas a los ruidos, petardos y cohetes, es transmitir la sensación de que no pasa nada, de que todo está bien. Nuestra actitud debe ser de calma y normalidad, que él nos vea como siempre. De esa forma asumirá los petardos o cohetes como algo que entra dentro de lo normal.

MÉTODO TELLINGTON

Así se llama el truco que circula en la web y que fue creado por un grupo protector de animales que apunta a que los perros no sufran las consecuencias de la pirotecnia. La tela, el paño o la cinta, debe cubrir la espalda y el pecho del animal, formando un 8, finalizando con un nudo en la espalda. El nudo no debe quedar exactamente sobre la columna. Con esto, la tensión e irritabilidad se puedan aliviar ya que estimula la circulación sanguínea en las zonas extremas.

Algunos consejos