De la cantera al consumidor final: la FIO busca que la minería regional sea más productiva y sustentable
Desde la Facultad de Ingeniería de Olavarría (FIO) investigan la cadena de suministro del hormigón. Es la primera vez que se aplica la metodología en dicho campo. El análisis incluye emisiones de gases de efecto invernadero, consumo de usos energéticos y volumen de materiales utilizados. El transporte es clave: más de 3 millones de toneladas de piedra salen del partido de Olavarría en miles de camiones cada año.
"En 2019 se produjeron 2,6 millones de metros cúbicos de hormigón de los cuales el 60% es piedra que sale de Olavarría hacia Buenos Aires. Eso implica 108 mil camiones que, si los ponemos en fila, podemos ir por la ruta desde nuestra ciudad hasta Comodoro Rivadavia", grafica la Dra. Gisela Córdoba, docente e investigadora de la Facultad de Ingeniería de Olavarría dependiente de la Unicén (Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires. En el marco del Día de la Minería, que se conmemora cada 7 de mayo, explica cómo se piensa la minería regional para que resulte más competitiva y menos contaminante.
Junto con el ingeniero Fabián Irassar y la Dra. Cecilia Paulo, del Departamento de Ingeniería Civil y Agrimensura e Ingeniería Química, plantean diferentes escenarios y soluciones posibles para reducir el impacto ambiental en la industria de la construcción, a partir de optimizar la cadena de suministro del hormigón.
"El futuro de las producciones mineras de la zona está relacionado con la construcción y remiten a la piedra, el cemento, la cal, la arena de trituración, las arcillas calcinadas. Una de las cuestiones a analizar son las emisiones de efecto invernadero, el consumo de energía y el volumen de esos recursos", apunta el Ing. Irassar, docente e investigador de la FIO.
Investigación que hace punta
La primera aproximación para entender el escenario de la producción del centro de la provincia de Buenos Aires fue en relación con su gran mercado de consumo, que es la ciudad de Buenos Aires y los 24 distritos que conforman el Gran Buenos Aires.
El objetivo fue hacer cálculos y definir las amenazas y oportunidades que tiene la industria minera en el desarrollo de la construcción, mediante la producción de diferentes materiales.
"Uno de los principales destinos de los materiales producidos en la región es la producción de hormigón, que usa piedra, cemento, arena y agua y hay que analizar cuáles son los diferentes escenarios que podrían afectar la producción o que hay que potenciar para ser más productivos y más sustentables", destaca el ex decano de la FIO.
Dejar de extraer minerales no es la solución. "Necesitamos materiales de construcción para dar soluciones habitacionales y de infraestructura. No es necesariamente sostenible dejar de extraer recursos", observa la Dra. Córdoba, participante del proyecto que hace eje en la optimización de la cadena de suministro para reducir el impacto ambiental de los materiales.
"Es una industria importante y compleja. Tuvimos en cuenta diferentes escenarios según los materiales que se usan y el producto final, si convendría usar materiales reciclados y hasta cuánto, considerando costos y emisión de dióxido de carbono equivalente y se trata de elegir la mejor opción", explica la Dra. Cecilia Paulo.
El peso de los materiales
Los investigadores decidieron aplicar una metodología madura en otras industrias, como la petroquímica o alimenticia, pero que no se había aplicado a la construcción: la cadena de suministro en la producción del hormigón.
El primer paso fue "entrevistar a tres grandes productores de hormigón de la Región Metropolitana de Buenos Aires para ver cómo se componía su hormigón, conocer con más detalle las características del hormigón que se comercializa en esta región y la procedencia de los materiales. Confirmamos que la piedra que usan proviene de la zona de Olavarría y la zona de Tandilia. La arena va desde el sur de Santa Fe o norte de Buenos Aires, pero los minerales proceden mayormente de esta zona", remarca Córdoba.
Desde la ciencia se intenta aprovechar al máximo los recursos naturales, optimizando lógicas de producción y de comercialización. No obstante, "el desarrollo de estos proyectos se orienta más hacia los gobiernos que para la industria", aclara Irassar.
El uso de agregado reciclado aparece como una opción, pero no es una solución definitiva. "En la Ciudad de Buenos Aires, alrededor del 6% del agregado natural se reemplaza por agregado reciclado, pero puede ser que por un lado se reduzca el de agregado natural y por otro se aumente el consumo de cemento y suban las emisiones de dióxido de carbono equivalente, por lo que hay que medir impacto ambiental para determinar la solución más sostenible", advierte Gisela Córdoba.
"La industria de la construcción usa un gran volumen de materiales y el cemento es el que emite la mayor cantidad de gases de efecto invernadero, pero el 80% del volumen de hormigón es ocupado por piedra y arena, que son materiales de baja emisión. La emisión no es el único impacto ambiental de los materiales, sino que es importante cuantificar la cantidad de recursos naturales que se utilizan y este parámetro es difícil de medir utilizando la metodología del análisis de ciclo de vida, por eso incorporamos al estudio otra metodología que es el análisis de flujo de materiales", argumenta la investigadora.
Los investigadores remarcan que el problema es el volumen. "La cantidad que se usa es tan grande que afecta la ecuación total por eso no solo tenemos en cuenta qué emisión tiene cada componente sino cuánto se usa", puntualiza la Dra. Cecilia Paulo.
Soluciones posibles
El impacto del transporte es otra variable de peso y hay números que ayudan a dimensionar la problemática. Gisela Córdoba toma como ejemplo el año 2019, cuando se produjeron 2,6 millones de metros cúbicos de hormigón: "El 60% es piedra que sale de Olavarría hacia Buenos Aires. La estimación que hicimos es que representa 108 mil camiones que, si los ponemos en fila, podemos llenar la ruta desde nuestra ciudad hasta Comodoro Rivadavia. En términos de emisiones y de consumo de combustibles fósiles es muy importante porque en Argentina gran parte de los materiales se transporta por camión".
¿Cuál es la solución o los atajos que estudia la FIO para minimizar los impactos? "Nos ayudamos con software de optimización para ver cuál es la mejor opción, porque son muchas las variables", aclara la Dra. Cecilia Paulo.
Una opción es "incrementar la cantidad de agregado reciclado que se reemplaza por agregado natural, pero la cantidad que se obtiene solo cubre el 15% del agregado necesario. Otra idea es juntar el agua de lluvia. El tema del transporte es difícil por cómo funciona, podría ser una mejora transportar mayor cantidad de materiales vía tren pero no es la única solución. Otra cuestión es mejorar la calidad de los productos y usar menos cantidad de material aunque son desafíos mucho más complejos que involucran a además de los productores de materiales a ingenieros, arquitectos, constructores", asume el Ing. Irassar.
Un punto a favor es que "afortunadamente para nosotros las emisiones van acompañando al costo económico porque están relacionados con el consumo de energía o el uso de combustibles. Pero en Argentina no hay penalización económica por emitir más o usar más recursos", contrapone la Dra. Córdoba.
Irassar reconoce que la cuestión legal sería de gran impulso y que "los impuestos al dióxido de carbono son una amenaza de la competitividad en algunos de nuestros productos". No obstante, no todas las realidades son iguales. "La industria acá está compuesta por grandes empresas pero también por pymes. El entramado industrial es disperso y muy fragmentado", enfatiza la Dra. Paulo.
Gisela Córdoba coincide y a la vez insiste en que "es importante mirar los volúmenes y buscar soluciones para reducir".
La durabilidad también está bajo la lupa. "Si hago un pavimento que dura 10 años, voy a tener que usar materiales cada 10 años. Si dura 50 no, voy a usar un quinto de esos materiales en el mismo período de tiempo y ahí tenemos grandes ventajas, diseñando estructuras con una durabilidad que superen los 100 años", destaca el Ing. Irassar.
En síntesis, el referente del Departamento de Ingeniería Civil y Agrimensura deja en claro que "las decisiones estén avaladas por cálculos y no por percepciones. ?¿Soy ecológico porque tengo una vivienda de madera?? ¿Dónde está la producción de madera en Argentina? En Misiones, y ahí los números de trasporte son otros. La minería en nuestra región requiere una comprensión de la complejidad del tejido productivo de los materiales de la construcción y nos alienta a tomar decisiones para que la misma siga siendo competitiva".