-"Llevo 14 días aislado porque llegó al equipo un nuevo extranjero y se decretó que era persona de riesgo. Tuvieron que aislarlo y por eso nosotros tuvimos que aislarnos también porque llevábamos dos días entrenando con él".

-"Podría haberme ido a Olavarría, pero no lo hice para no poner en riesgo a la familia y a la gente de allá. En estas dos semanas de aislamiento ninguno de los jugadores tuvo síntomas. Estamos todos bien. Ahora necesito volver y hacerme cargo de mis hijos y de mi rol como padre. Hoy es muy difícil volver, todo recae en mi mujer".

-"Estoy esperando un permiso del gobierno. Tengo mi declaración jurada y estoy en perfectas condiciones para poder viajar, pero no quiero hacerlo sin ese permiso. Por haber hecho las cosas bien no puedo estar cerca de mis hijos y es muy difícil, son momentos complicados, pero hay que ponerle buena onda".

-"Por momentos me da mucha angustia la situación, es duro levantar el teléfono y que mis hijos me pregunten cuándo voy a volver. Si a mi mujer le pasa algo en este estado, queda a la deriva y yo sé que si estoy ahí, si uno cae, está el otro. Esa es la situación que me desespera, sé que mis hijos van a estar bien y son fuertes, pero ante cualquier situación adversa estoy a 350 kilómetros".

-"En Olavarría tenemos un grupo solidario para ayudar al Hospital Municipal y para que puedan estar más protegidos en el momento pico. Estamos recaudando fondos para colaborar con lo que se pueda en una cuenta en común".

-"El equipo está muy unido. Estamos entrenando cada uno desde su lugar para mantener la cabeza enfocada. Cada uno tiene una situación diferente y hay que ponerle el pecho. Todo esto va a servir, pasó por algo. Van a salir cosas positivas y nos va a fortalecer a todos".

-"Hay gente que está en situación peor que uno, nosotros tenemos salud, comida, una cama, una ducha de agua caliente. Hay que verle el lado positivo, a veces uno se quiebra porque es inevitable que no te afecte".