BH / enviado especial

Brasil, día 24. "Zebra". ¿Qué significará esa palabra que todos los días tiene varias menciones en los suplementos deportivos de los diarios brasileños, que se menciona varias veces en las señales deportivas, que suena igual a los animalitos rayados del género de los equus, que viven en Africa, primos hermanos de los caballos y los asnos?

Todos los días dale que dale: "salió zebra" en un diario, el "equipo zebra" en otro, "partido zebra" en este canal, "figura zebra" en aquella revista. Una pregunta que no se me ocurrió nunca hacerle a Douglas Maiki. Sospechando que el pibe está ajeno a las cuestiones zoológicas que se enlazan con las deportivas.

Resulta que Luis Therisod pasó para la casa a tomar mate y seguir la charla que compartimos el domingo durante el almuerzo y la sobremesa, y que tantos recuerdos recuperó de su vida en Rafaela y tantas curiosidades de la vida en Belo Horizonte.

Como "charla e'' mamao" salieron temas en todas las direcciones y de todas las cuestiones particulares o vinculantes de los dos países más grandes de América Latina. En un momento apareció el tema de la corrupción, a veces instalada, a veces tema de mitos urbanos sin demasiado sustento.

Luis me contó que en Brasil no hay casinos, ni bingos, pero que los pillos se reciclan en otros rubros. Que el juego está prohibido desde hace muchísimos años, pero como sucede en todos los países hay escolazo en las sombras.

Me contó que unas semanas antes del comienzo del Mundial, frente mismo a su elegante departamento, la policía había desarticulado una casa de juego. Ahí salió la comparación con la Argentina. Los levantadores de quiniela que él conocía en su Rafaela y yo reconocía de chiquito en el barrio Villa Floresta con su inconfundible libreta. Los números y los sueños.

¿Qué tendrá que ver esto con el Mundial y con tantas menciones a las cebras? Ahí entonces llegaron todas las respuestas. Hace años, cuando los levantadores empezaron con su currito por las calles de las ciudades y los pueblos, los números estaban identificados con los animales del zoológico de Río de Janeiro.

Cuando salía un número imposible, algo impensando, entonces el saber popular decía "salió Zebra", un animal que no existía en el zoológico de la vieja capital. Ahora lo dicen cuando surge un resultado inesperado, una figura que no estaba en los planes de nadie o un equipo del que no se espera otra cosa que el rol de partenaire da el batacazo.