Nuevamente los operarios que realizaban un zanjeo en la zona aledaña al puente del Arroyo Salado se toparon con restos humanos y se suma más incertidumbre sobre la procedencia. Así se produce el segundo hallazgo en menos de 24 horas. Las autoridades remitieron las partes para continuar indagando su origen.

Al igual que había ocurrido el día jueves, los trabajadores de la empresa Ceosa que hacen el zanjeo para instalar la fibra óptica encontraron distintas partes de un cuerpo que, se presume, serían diferentes al primero.

El descubrimiento fue a unos 3 metros del anterior, al lado de un árbol de Eucaliptus y pegado a un alambrado, sobre la margen derecha de la ruta 86, en dirección a Laprida.

"Cuando estaba trabajando la retroexcavadora removió algunos huesos y después retiramos más", mencionaron los hombres que inmediatamente habían anoticiado a la policía lamatritense que continuó revolviendo la tierra bajo la dirección del Ayudante Fiscal lamatritense, Guillermo Casenave.

Finalmente se removió un cráneo y una mandíbula con gran parte de las piezas dentarias, además de otros huesos.

Ahora todo el material será remitido a La Plata donde se llevarán a cabo estudios complejos para determinar de qué tiempo datan. Las estimaciones preliminares suponen que no tendrían mucha antigüedad pero para definirlo exactamente deberán ser investigados por los peritos forenses.

Vale recordar que el jueves por la mañana los operarios de la firma se habían encontrado con restos aparentemente de un hombre y las partes tenían una buena conservación general.

Sorprende y a la vez confunde la cercanía y la profundidad -aproximadamente 1,20 metros- en que fue encontrado un cuerpo del otro.

A metros del lugar de los hallazgos se ubica el Arroyo Salado por lo que bien podrían ser de aborígenes, como ocurrió con los restos encontrados en el año 2011 en una casa del barrio CECO.

La investigación es seguida por la fiscal Susana Alonso, de la UFI Nº 10 de la ciudad de Olavarría.