Dos casos probables de sarampión -el de una mujer embarazada y el de un nene en Ensenada- encendieron las alarmas por la posible reintroducción de la enfermedad, potencialmente grave.

Cabe señalar que gracias a la vacunación sostenida, la Argentina logró en 2000 la eliminación endémica del sarampión. Desde entonces y hasta 2018 se produjeron 43 casos importados o vinculados a la importación. Y en agosto de 2019 creció la preocupación, porque con la caída de las tasas de vacunación, ocurrió el peor brote en dos décadas, que finalizó en marzo de 2020 (justo en el inicio de la pandemia) con 199 casos y una muerte.

Pero ahora, con la centralidad de la pandemia se reavivaron los temores. Las coberturas de las vacunas de calendario también retrocedieron y el domingo, el Ministerio de Salud emitió una alerta epidemiológica por un caso probable de sarampión en una mujer embarazada, de 25 años, sin antecedente de vacunación y que había regresado del exterior.

Luego se confirmó que se estudia otro posible caso en un nene de Ensenada, en la provincia de Buenos Aires.

"Las actuales coberturas de vacunación están por debajo de las metas propuestas, por lo cual existe un riesgo elevado de contraer enfermedades inmunoprevenibles. Se recomienda a la población (niños y personas adultas) que verifiquen y completen esquemas de vacunación y que ante la presencia de fiebre y exantema consulten a un centro de salud", advierte el texto de la cartera sanitaria.

El sarampión es una enfermedad viral muy contagiosa y potencialmente grave, que se propaga fácilmente cuando la persona infectada elimina secreciones respiratorias al hablar, toser o estornudar, o por estar en contacto con cualquier objeto contaminado. Afecta sobre todo a los niños y en algunos casos puede ser letal.

Se manifiesta con fiebre alta, manchas rojas en la piel, secreción nasal, conjuntivitis y tos. No tiene tratamiento específico y puede causar graves complicaciones.

Por eso, en el contexto actual, autoridades y especialistas refuerzan la recomendación de que ante la presencia de fiebre y manchas rojas en la piel, se debe consultar inmediatamente al médico y evitar concurrir a lugares públicos hasta que un profesional de la salud lo autorice.

Quiénes deben vacunarse

La vacunación es la única medida efectiva para prevenir el sarampión. Niños de 12 meses a 4 años deben acreditar al menos una dosis de la vacuna triple viral, que protege contra sarampión, rubéola y paperas. Los mayores de 5 años y adultos, dos dosis de doble o triple viral dadas después del año de vida. Las personas nacidas antes de 1965 no necesitan vacunarse.

Vacunarse garantiza la protección individual, pero también contribuye a la inmunidad colectiva, la única herramienta de prevención que tienen contra esta enfermedad quienes no pueden vacunarse, como los bebés menores de un año y las personas inmunocomprometidas.

La mujer que murió durante el último brote tenía 50 años, había superado un trasplante renal por lo que sus defensas estaban disminuidas y el virus le provocó un cuadro grave.

Por eso, para evitar la reintroducción del virus del sarampión en el país, el Ministerio de Salud de la Nación recomienda verificar el esquema de vacunación completo para la edad según Calendario Nacional de Vacunación: de 12 meses a 4 años: deben acreditar una dosis de vacuna triple viral mayores de 5 años, adolescentes y personas adultas nacidas después de 1965: deben acreditar al menos dos dosis de vacuna con componente contra el sarampión aplicada después del año de vida (doble o triple viral) o contar con anticuerpos contra sarampión (se comprueba a través de un estudio que se realiza en laboratorio con serología IgG positiva para sarampión) Las personas nacidas antes de 1965 se consideran inmunes y no necesitan vacunarse.

Para residentes de Argentina que viajen al exterior

- Niños de 6 a 11 meses de vida: deben recibir una dosis de vacuna doble viral o triple viral ("dosis cero"). Esta dosis no debe ser tenida en cuenta como esquema de vacunación de calendario.

- Niños de 12 meses: Deben recibir una dosis correspondiente al calendario.

- Niños de 13 meses a 4 años inclusive: deben acreditar al menos dos dosis de vacuna triple viral.

- Mayores de 5 años, adolescentes y personas adultas: deben acreditar al menos dos dosis de vacuna con componente contra el sarampión (monovalente, doble o triple viral) aplicada después del año de vida o confirmar a través de un estudio de laboratorio la presencia de anticuerpos contra sarampión.

- Las personas nacidas antes de 1965 son consideradas inmunes y no deben vacunarse.

- Personas gestantes: se recomienda viajar si acreditan al menos dos dosis de vacuna doble o triple viral aplicada después del año de vida o confirmar a través de un estudio de la presencia de anticuerpos.

Se aconseja considerar aplazar y/o reprogramar el viaje a personas gestantes sin antecedentes comprobables de vacunación o sin anticuerpos contra el sarampión, así como en menores de 6 meses de vida por no poder recibir la vacuna y ser el grupo de mayor vulnerabilidad.

Las vacunas doble y triple viral están contraindicadas en menores de 6 meses, personas gestantes y con inmunosupresión.

El dato

Más de 22 millones de bebés no recibieron su primera dosis de la vacuna contra el sarampión en 2020, tres millones más que en 2019, lo que marca el mayor aumento en dos décadas y crea condiciones peligrosas para que ocurran brotes, alertó la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre un estudio realizado junto a los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos.