"El tratamiento debe estar a cargo de un fonoaudiólogo, aunque la familia también debe participar y aprender a utilizar técnicas sencillas, encaminadas a evitar la aspiración y facilitar la deglución", explicó la vicepresidente del Colegio de Fonoaudiólgos platense, Ana Uriarte.

Cuando el paciente aprende a utilizar una serie de técnicas de forma continuada, habitualmente mejora. Entre ellas figuran las siguientes:

Comer sin prisa y masticar bien los alimentos.

Favorecer al máximo la autonomía alimentaria del adulto mayor. Pueden ser útiles los cubiertos adaptados, vasos y platos de plástico.

Estar alerta a los signos de disfagia y deshidratación para actuar lo antes posible, evitando las complicaciones a largo plazo.

Es preciso llevar un control permanente del peso.

Es especialmente importante mantener una buena higiene bucal. Por eso se recomienda cepillar los dientes y la lengua con dentífrico, (mínimo 2 veces/día) y hacer enjuagues con agua para refrescar la boca.