El fracaso en el acuerdo de los bancos y los fondos sumó presión a la cotización de la divisa estadounidense y derrumbó los valores de los activos que se encuentran atados al PBI hasta un 6% y de los bonos en dólares (4%). Los valores ofrecidos por las entidades bancarias resultaron muy lejos de lo pretendido por los fondos, dado que la oferta que en un primer momento era de 40 centavos por cada dólar de los casi USD 1.660 millones en bonos que poseen los holdouts, y que luego subió a 50 centavos, fue considerada insuficiente por los buitres que solicitaban por lo menos 80 centavos por cada unidad. Por otro lado, otra de las razones principales que entorpecieron el acuerdo fue la falta de garantía que en enero los bancos puedieran recuperar lo invertido. 

La renacida búsqueda de la dolarización se hizo notable esta semana en la plaza con la divisa marginal nuevamente superando el record y sobrepasando los $13, y un dólar MEP arriba de $12,60, achicando así bastante las brechas con el billete blue. El contado con liquidación también operó en alza, ante este interés de dolarización mencionado, con subas hasta la zona de $11,20.

Otro tema que ha resonado en el mundo financiero fue la baja de tasas del BCRA. El objetivo es claro: intentar reactivar una economía recesiva. Tal cual hoy está diseñado el esquema de tasas, la baja en las tasas de las Letras del Tesoro reduce automáticamente los costos de los préstamos personales, prendarios y de tarjetas de crédito que dan las entidades financieras a individuos, lo que se transforma en una medida para volver a incentivar el alicaído nivel de consumo.

En lo económico, en tanto, crece la preocupación por las suspensiones y cierres de fábricas, mientras el Gobierno parece entablar una pelea con los sindicatos por el tema. Mientras que hoy es titular la polémica sobre el nuevo proyecto de ley de abastecimiento. Los empresarios parecen cuestionar con dureza la iniciativa por su carácter "estatista" e "intervencionista" y apuraron las gestiones ante los legisladores para, como mínimo, poder flexibilizar alguno de sus artículos.