Incontinencia urinaria: afecta a 4 de cada 10 mujeres adultas
La incontinencia urinaria afecta hasta al 40 por ciento de las mujeres de mediana edad, y llega hasta el 50 por ciento en el caso de las mujeres mayores, a medida que la musculatura del suelo pélvico pierde el tono muscular. Oli Acosta, experta en cuidados femeninos, explicó que se trata de "la incapacidad de los músculos pélvicos de sujetar la vejiga en momentos en los que realizamos movimientos espontáneos como reír, estornudar o correr".
Algunas causas de la aparición de esta patología, según la especialista, pueden ser:
-el parto: la maternidad se produce en la actualidad a edades más tardías, esto provoca que la recuperación sea más dura, debido a que los músculos que se dilataron al dar a luz tardan más tiempo de lo normal para volver a su estado original.
-los deportes de impacto: pueden provocar que la musculatura se mueva e incentivar el riesgo de que se desarrolle la incontinencia urinaria.
-el sobrepeso: provoca la presión del peso sobre la zona de la vejiga.
La incontinencia urinaria conlleva consecuencias negativas en la calidad de vida de la mujer, ya que repercuten en aspectos de la vida diaria como el entorno social, físico sexual, laboral y doméstico. Sus efectos trascienden lo estrictamente médico y afectan al ámbito psicosocial de la mujer. Cuando la musculatura no tiene control se producen las pérdidas de orina y durante el coito se siente falta de fuerza en la zona de los músculos pélvicos.
Ejercicios que ayudan
Cuidar de la salud íntima de la mujer en todas las etapas de su vida se ha convertido en una de las claves para evitar y paliar este tipo de patologías. Médicos, fisioterapeutas y obstétricas destacan la importancia de practicar ejercicios que ayuden a mantener el tono muscular como principal mecanismo de prevención de la incontinencia urinaria, ya que no existe solución a este problema.
El Método Kegel es una práctica que los expertos recomiendan para mejorar el tono del suelo pélvico. El objetivo es fortalecer los músculos que sujetan el útero, la vejiga y el intestino grueso a través de contracciones de diferente duración.
Los ejercitadores pélvicos, más conocidos como bolas chinas, van a ayudar a fortalecer esa zona. "El movimiento que se debe hacer cuando se usan los ejercitadores es el que se realiza cuando cortamos la orina. Es preciso hacerlos en tandas de diez intentando mantener la tensión y relajando lentamente, de este modo la musculatura se tensará al hacer ciertos movimientos espontáneos y evitaremos la incontinencia", explicó la experta.
También existe un dispositivo llamado Kegelsmart que emplea sensores táctiles, capaces de reconocer la tonicidad del suelo pélvico de cada mujer cada vez que realice sus ejercicios de forma automática, adaptando el nivel de ejercicio según las necesidades de cada una, y tomando como referencia los parámetros de la última sesión.
Cada uno de los niveles fue ideado para desarrollar rutinas diferentes que mejoran la fuerza y el tono de la musculatura de una forma paulatina. Una vez alcanzada la meta deseada, el mantenimiento del tono muscular es posible con la realización de los ejercicios tres días por semana.