Instan a promover prácticas de actividad física en las personas trasplantadas
Muchas personas creen que luego de recibir un trasplante hacer deporte es imposible. Por el contrario, es algo que se recomienda especialmente.
Si bien muchos creen erróneamente que tras recibir un trasplante hacer deporte es imposible, muy por el contrario, los médicos lo recomiendan especialmente para mantener una buena calidad de vida.
Desde 2021 se conmemora oficialmente en Buenos Aires el 23 de agosto como Día Provincial del Deportista Trasplantado. La institucionalización de esta fecha fue un proyecto impulsado por el Centro Único Coordinador de Ablación e Implante Provincia de Buenos Aires (Cucaiba) en conjunto con la Asociación de Deportistas Trasplantados de la República Argentina (Adetra) con el objetivo de destacar y visibilizar a todos los trasplantados que, a través del deporte, demuestran que una nueva oportunidad de vida es posible.
María de los Ángeles tiene 37 años y vive en Claypole partido de Almirante Brown, provincia de Buenos Aires. Ella recibió un trasplante de riñón y páncreas hace 10 años y 6 meses. Post trasplante comenzó a hacer caminatas. Luego decidió anotarse en el Centro Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (Cenard) donde un grupo de personas trasplantadas realizaban actividades como atletismo y running.
"Comencé a interesarme especialmente en el running. Actualmente entreno con un grupo de corredores en donde la única trasplantada soy yo y participo frecuentemente de carreras de calle o trail de 5 a 10 kilómetros. Ahora estoy entrenando para participar de mis primeros 15 kilómetros y también aprendiendo a nadar".
María de los Ángeles participa dentro de la categoría de discapacidad visual por un problema en su visión, y cuenta que en más de una ocasión ha subido al podio.
"Hacer deporte es muy importante para mí porque no sólo influye en mi salud, también beneficia mi estado anímico-psicológico. El deporte me permite despejarme de la rutina, relajarme, conocer gente, lugares, compartir momentos con otras personas trasplantadas y no trasplantadas, divertirme".
Otro gran ejemplo es el de Verónica, quien recibió un trasplante cardíaco en julio de 2016, a los 45 años. Ella vive en Médanos, provincia de Buenos Aires, y cuenta que siempre le gustó el deporte y lo practicaba mucho antes de haber recibido el trasplante.
Sin embargo, cuando descubrieron problemas en su corazón comenzaron las limitaciones. "Había días en los que no podía hacer ni cinco cuadras seguidas. Empecé a llevar una vida sedentaria porque mi corazón no me permitía hacer mucho".
Verónica cuenta que afortunadamente el órgano que necesitaba llegó rápido y que, posteriormente, estuvo con rehabilitación porque fue una intervención compleja.
De a poco comenzó a llevar una vida normal y a retomar su actividad física. "Es clave para la salud de cualquier persona. Pero para personas trasplantadas todavía más. Yo particularmente amo correr" expresa. "Un trasplante es un antes y un después. Uno vuelve a nacer. Yo le recomiendo a todos los trasplantados que, si pueden, busquen un deporte que les guste porque realmente es algo que hace muy bien. Uno siente que recupera la vida que había empezado a ver limitada antes del trasplante".