El ex presidente de Bolivia, Evo Morales, se atrincheró en el Chapare, su bastión cocalero, después de declararse "perseguido político" y de no presentarse a declarar ante la Fiscalía en un caso de presunta trata de personas y estupro. La fiscal Sandra Gutiérrez, a cargo del caso, indicó que "corresponde sacar el mandamiento de aprehensión", aunque no especificó cuándo se emitirá la orden. Morales, quien reside en el Chapare y preside el sindicato de cocaleros, alega "falta de garantías" para no presentarse ante la justicia.

La acusación en su contra involucra a una menor con la que supuestamente mantuvo una relación durante su mandato (2006-2019). El caso se activó tras una marcha que Morales lideró contra el gobierno de Luis Arce, en la que reclamaba su habilitación para las elecciones presidenciales de 2025, luego de un fallo del Tribunal Constitucional que lo dejó fuera.

Los sindicatos que lo apoyan han convocado a vigilia y advirtieron que, de ser detenido, iniciarán bloqueos de carreteras en protesta contra el gobierno de Arce. En respuesta, figuras cercanas a Arce han pedido que Morales sea detenido y enfrentado a la justicia. La lucha interna dentro del partido oficialista Movimiento al Socialismo (MAS) ha intensificado las tensiones políticas y sociales en Bolivia.