El hombre más longevo del mundo murió en Nueva York a los 111 años, según la residencia de ancianos en la que vivía.

Alexander Imich, quien nació en Polonia en 1903 y sobrevivió a un Gulag soviético -campo de trabajos forzados-, murió el domingo, dijo Marcy Levitt, directora ejecutiva de Esplanade Manhattan.

Imich emigró a Estados Unidos en la década de 1950 y era un estudioso de lo oculto. Editó una antología llamada "Historias Increíbles de lo Paranormal" en 1995, a los 92 años.

Cumplió 111 años en febrero y en abril se convirtió en el hombre vivo más longevo del mundo, según el Gerontology Research Group de Torrance, situado en California.

El título recae ahora sobre el japonés Sakari Momoi, quien nació el 5 de febrero de 1903, un día después que Imich, según el grupo.

Decenas de mujeres eran mayores que Imich, según el grupo, la más longeva de ellas es Misao Okawa, de Japón, con 116 años. Imich había atribuido su larga vida a sus buenos genes.

"Pero la vida que uno vive es igual o más importante para la longevidad", dijo a Reuters el mes pasado a Reuters en una entrevista en su departamento en el Upper West Side de Manhattan.

Reuters