China posterga la ampliación del swap con Argentina tras la derrota de su candidato
El régimen comunista de Xi Jinping decide aplazar el acuerdo de ampliación del swap en el Banco Central argentino, pese a las gestiones de Javier Milei, en un contexto de cambio diplomático hacia Estados Unidos.
El régimen comunista de Xi Jinping ha tomado la decisión de aumentar la presión sobre el Gobierno de Javier Milei, al aplazar la ampliación del swap en el Banco Central argentino por otros US$ 6.500 millones, equivalente a 47.000 millones de yuanes, un acuerdo que había sido previamente negociado por Alberto Fernández y que se había comprometido a cumplir hace tan solo unos meses.
Esta medida se produce a pesar del pedido expreso del Gobierno argentino, que había solicitado formalmente la activación del segundo tramo del paquete de intercambio de monedas al poco tiempo de asumir el nuevo mandato. Milei, consciente de la importancia de mantener una buena relación con China, recibió en su despacho a Wu Weihua, vicepresidente de la Asamblea Popular de China, en un esfuerzo por descomprimir las tensiones entre ambos países y priorizar la ampliación del swap.
La ampliación del swap podría haber sido fundamental para cancelar importaciones, especialmente con China, en un momento en el que aún persiste el cepo cambiario. Además, habría facilitado numerosas operaciones comerciales con empresas brasileñas.
Por otra parte, a pesar de que la nueva administración de Santiago Bausili al frente del Banco Central logró comprar más de US$ 1.000 millones en pocos días, el saldo de las reservas netas de la institución sigue siendo negativo, y la activación del swap podría haber contribuido a aliviar esta situación.
La prioridad absoluta del Gobierno de Milei es sanear el Banco Central para poder implementar un plan de estabilización coherente a la brevedad posible. Esto incluye la recuperación de las reservas, la reducción del stock de pasivos remunerados y la reestructuración de la deuda comercial con importadores.
Sin embargo, la ayuda financiera de China se vio abruptamente interrumpida tras la derrota de su candidato, Sergio Massa, en las elecciones de noviembre. En consecuencia, el presidente Milei optó por un cambio diplomático a favor de Occidente y Estados Unidos, una medida que no fue bien recibida por el régimen comunista chino.
Tras este cambio de rumbo, Argentina rechazó unirse al grupo BRICS, bajo la influencia de China, y ha tomado medidas para acelerar su ingreso a la OCDE, un grupo económico liderado por Estados Unidos. Además, el Ministerio de Defensa priorizó la adquisición de cazas F-16 de fabricación estadounidense en lugar de opciones de fabricación china, como se había propuesto en la época del kirchnerismo.
Incluso la principal propuesta económica de Milei, la dolarización de la economía, ha generado desconfianza en China, ya que podría implicar la pérdida de influencia para el yuan renminbi, que enfrenta dificultades para encontrar mercados convencionales debido a las restricciones y controles de capital impuestos por la dictadura china.