Las palabras del presentado dan lugar al movimiento y en el escenario se ve un hombre entrado en años que dudosamente camina hacia el estrado. Los aplausos mucho antes de que el público se pare. Ahí, entre las butacas del teatro, se encuentran las más importantes figuras de la industria del cine. Todos de pie, aplaudiendo a rabiar. El hombre ya tiene sus años, 83, y se nota que la emoción lo embarga. Quiere hablar pero todavía los aplausos se lo impiden. Su emoción contagia y luego de las palabras de rigor, Charles Chaplin recibe un Oscar honorario a su trayectoria. Los aplausos se redoblan y el hombre sobre el escenario vuelve a ser por un segundo Charlot, el vagabundo que tanto nos ha divertido. Sólo le basta un pase de manos y el bombín rebota en su cabeza, cae al suelo y el público, de pie, aplaude más fuerte.

"El truco siempre es el mismo: hacer que algo vaya mal y el mundo parezca al revés. El mecanismo del cómico es un mecanismo subversivo" dice Charles Chaplin en "El último baile de Charlot", la nueva novela de Fabio Stassi publicada por la editorial Tusquets.

Una navidad Charles Chaplin recibe la visita de la Muerte. La dama huesuda pretende llevárselo pero él no está muy de acuerdo con ello. Por lo cual se pone una vez sus ropas de vagabundo con tal de hacerla reír. Si lo logra se habrá ganado un año más de vida, un año más junto a su hijo Christopher. Año tras año lo consigue pero sabe que ya no le quedan fuerzas para desempeñar el papel de Charlot. Por ello ha decidido sentarse a escribir sus memorias, recordar su vida para su hijo sepa qué tipo de hombre ha sido su padre.

"¡Cuántas veces se nace en la vida! Tantas que hay que aprender enseguida a criarse a sí mismo, a no dejar nunca de nacer" reconoce mientras detalla para su hijo episodios de una infancia triste, su trabajo en el circo, su vagabundeo por las calles de Londres, la trunca gira por los Estados Unidos y los muchos trabajos que debió desempeñar para hacerse de un lugar en un país que le daba la espalda. Hasta que el destino lo pone en el camino de la gloria. El cine lo recibe con los brazos abiertos mientras el público tiembla de la risa viendo cómo Charlot rueda por el piso o camina moviendo su pequeño bigote, el bombín de costado y un bastón bailando en su mano.

Con "El último baile de Charlot", Fabio Stassi consigue narrar una historia bella, admirable e insondable por donde se la mire. Escrita con una simpleza, destacable desde las primeras páginas, sin más intención que permitir al lector disfrutar de la historia del cómico más grande que dio el cine mudo. Eso sí, una historia donde la nostalgia tiene un rol preponderante, un papel hecho a la medida de Charles Chaplin. "Eres el cómico más triste que he visto en mi vida, serías un Hamlet magnífico" le dice la Muerte. Pero Charlot no se da por vencido y vuelve a intentar que por un instante ella sonría.