Mariana Conlon reconoció que le habían hackeado sus cuentas de Facebook e Instagram el viernes pasado por la tarde, luego de que saliera de trabajar, cuando "me empiezan a llegar muchísimos mensajes de WhastApp, para preguntarme si me había pasado algo". Al advertir esta situación, se comunicó con una de las personas que le mandó capturas de pantallas, quien le dijo que "me manda un número de teléfono de Buenos Aires que cambiaste el número de teléfono, que está todo bien y que necesitás vender 500 dolares", comentó Mariana en contacto con EL POPULAR.

"En ese momento quiero entrar a Facebook y no puedo entrar y me doy cuenta que me hackearon", reconoce. Recuerda en esa instancia que pocas horas antes había pasado wi-fi desde su teléfono, y cuando intentó enviar un link de Facebook se le cerró la cuenta. Pero en esa oportunidad pensó que se trataba de un problema técnico o de conexión, y no le hizo caso.

Poco más tarde, al advertir que le habían hackeado la cuenta, se comunicó con sus familiares directos para contarles lo que pasaba, porque fueron muchas las personas que recibían mensajes de WhatsApp desde un número de Capital Federal que decía que Mariana había cambiado el número y que necesitaba dinero por una urgencia. Incluso horas más tarde, después de que radicara la denuncia, algunos contactos recibieron llamadas telefónicas por personas que decían que eran familiares de Mariana, "que yo estaba internada con Covid, que se había complicado mi estado, que mi marido no estaba y que mi hijo estaba con mí mamá, y que necesitaban plata urgente", refirió.

En todo momento planteó que fueron momentos de desesperación: "No sabía si me habían hackeado mi cuenta de mail o las redes. No sabía cómo usar el teléfono, si me escuchaban el teléfono, si estaban viendo lo que hacía". En este contexto comenzó a enviar mensajes y a advertir a través de las redes que los estafadores se hacían pasar por ella para pedir dinero o para vender 500 dólares. Sin embargo, también le sucedió que "todo lo que publicaba me lo eliminaban automáticamente".

Cuando advirtió que le habían hackeado sólo sus redes, logró desvincular las cuentas. "Vincularlas es fácil pero para desvincular buscaba por todos lados, y en la desesperación no sabía que hacía", comentó. En una de sus redes encontró que quienes usaban su cuenta tenían localización en Caracas, Venezuela, y en otra red lo hacían desde José C. Paz.

La denuncia

Gracias a todas las capturas que les enviaron, lograron identificar que el CBU que enviaban los estafadores era de una cuenta bancaria real, y con todos estos datos se acercaron a radicar la denuncia en la comisaría Segunda de nuestra ciudad el viernes alrededor de las 19. Sin embargo, la respuesta que esperaba no era lo que sucedió.

En la dependencia policial, si bien le tomaron la denuncia, le dijeron que recién hoy se abriría una causa, pero "la desesperación que tengo es que no quiero que estafen a nadie". Mariana se lamentó que la policía no cuente con ningún sistema rápido para poder alertar desde qué cuenta bancaria operan los estafadores, dado que ellos tenían todos los datos, algunos de las capturas y otros que buscaron por internet, como el número de CBU, la entidad bancaria, la identidad del titular de la cuenta y su número de DNI.

"La situación es terrible", comentó Mariana, y agregó que "espero que nadie haya caído". Si bien mantuvo contacto con muchas personas que recibieron mensajes o llamadas, con muchas otras no tiene un contacto cotidiano y no sabe si le creyeron o no a los estafadores. "Voy a seguir repitiendo en redes para que todos mis contactos desde algún lugar sepan lo que pasó, y les pedí a todos que avisen y compartan", agregó sobre la única forma que encontraron con su familiar para alertar a los contactos, mientras esperan que avance la causa y que en las próximas horas los llamen desde la fiscalía.

"Claramente le puede pasar a cualquier persona, agarran a cualquiera. Cómo lo hicieron no sé", refirió Mariana, quien reconoció que al momento de advertir que le habían hackeado, no sabía qué hacer para no lograr que los estafadores continúen teniendo acceso a sus cuentas y ella no. Reiteró en este sentido que al desvincular sus cuentas logró advertir qué le habían hackeado y cómo hacer para evitar que envíen nuevos mensajes.