De esta manera, Garantías avaló el pedido que había formulado el fiscal que lleva adelante las averiguaciones, el doctor Lucas Moyano, de la Unidad Funcional de Instrucción Nº 19 especializada en Estupefacientes.

Cabe recordar el hallazgo de 7,3 kilos de cocaína. "Consideramos que es el secuestro de clorhidrato de cocaína más importante de Olavarría" definió el fiscal Moyano. El operativo tuvo lugar en la tarde del 7 de junio en un complejo de cocheras de calle Fassina al 4400. El valor de esa cantidad de cocaína fue estimado en unos 30 millones de pesos.

En tanto, Castañares fue detenido el 9 de junio en su vivienda del barrio Hipólito Yrigoyen.

Con esta disposición de la Justicia de Garantías, el acusado continuará alojado en una unidad carcelaria de Sierra Chica a la espera del juicio oral. Las acusaciones en contra de Castañares son "tenencia ilegitima de estupafecientes con fines de comercialización directamente al consumidor" y "tenencia ilegal de armas de fuego de uso civil".

Cabe recordar que en el allanamiento que dio inicio a la investigación se hallaron también armas de fuego, elementos presuntamente utilizados para el corte y comercialización de la droga, además de otros artículos de interés.

El mismo día de la detención del acusado, los fiscales Moyano y Sobrino, junto al intendente Ezequiel Galli, brindaron una conferencia de prensa en la que explicaron que la imputación se fundamentó principalmente en el sistema de identificación de huellas dactilares, aunque también la causa incorporó más elementos en su contra. Además,

se aclaró que el hombre era investigado desde 2019 mediante escuchas telefónicas.

Castañares cuenta con antecedentes por distintos delitos, y en el año 2015 fue detenido por Gendarmería en la provincia de Corrientes con más de 130 kilos de marihuana.

El fiscal Moyano dijo el mes pasado que "si bien tenemos a una persona en este momento detenida puede derivar en más procedimientos como así también consideramos que podemos tener a un cabecilla de una banda".

Al momento del secuestro dentro de la cochera, la droga estaba fraccionada en 6 panes y más de 20 dosis de menor tamaño y peso. Fue en ese contexto que se configuró la hipótesis de que la sustancia se vendía "directamente al consumidor" en nuestra ciudad y en la región.