El clima parece estar jugando una mala pasada a los productores rurales de General La Madrid. Es que a la sequía del verano ahora se suma el exceso de humedad ambiente y en el suelo, que no permite levantar en tiempo y forma los sembrados de soja y maíz. La situación, además, podría retrasar la siembra fina.

Según especificaron los profesionales consultados, hasta el momento se ha cosechado la mitad de la superficie sembrada de soja, cuestión que se repite en la región. También en el resto de la provincia de Buenos Aires, el panorama es similar.

Aunque en los últimos días hay un repunte en las condiciones que permiten abrir alguna expectativa para que recomience la trilla, por el momento el ánimo no es el mejor.

"Hace prácticamente que estamos parados por el tema de humedad. Se pudo cosechar en Semana Santa y luego comenzó a llover. Estamos esperando porque aún queda la mitad de la soja de primera y un 90 por ciento de la de segunda en el campo", especificó Iván Malianni, asesor del grupo Los Grobo en La Madrid.

"Lo que se puede levantar tiene mucha humedad y se pierde costo con la secada del cereal", apuntó por su lado Facundo Pernas, ingeniero agrónomo de Productores SA.

Los rindes promedian 1.600/1.700 kilos, con máximos de 2.000 kilos en la zona de Las Martinetas. En cuanto a la calidad, los ingenieros agrónomos consultados mencionaron que "no es mala, aunque sí se han visto granos chicos y menos cantidad". Esto ocurre por la falta de lluvia en la primavera y el verano", indicaron.

"El exceso de humedad y el frío no afecta a la soja en cuanto a las enfermedades, pero sí está más susceptible al desgrane natural", mencionó Pernas.

También el profesional advirtió sobre la merma que se produce cuando la chaucha seca de la soja se abre y la semilla se cae. "El sembrado resiste. El tema es que a medida que pasa el tiempo, hay viento, sale el sol y se seca, se pierde rinde", completó.

Otro inconveniente es el crecimiento del pasto natural en los sembrados, así como las pocas horas aptas para llevar a cabo la labor de trilla.

La escasez del cereal en los puertos explica en cierto modo el incremento del valor de la soja, aunque los especialistas indican que se mantiene en la media.

Con respecto a la cosecha de maíz, los profesionales detallaron que se cosecha con mucha humedad -aunque en este caso se puede enviar al feedlot- y el precio de la secada del cereal está impactando negativamente en los costos finales.

La cuestión indudablemente afecta la cuestión económica: si no se cosecha, no se cobra y llegan los vencimientos de los impuestos y créditos. "La situación es complicada", resumió un productor.

Por otro lado, Malianni advirtió sobre el retraso que podría generar esta situación en el comienzo de los laboreos de los campos lamatritenses para la siembra de trigo, uno de los principales sembrados en el Partido.

"La fina se puede sembrar hasta fines de julio. En cuanto a la gruesa habrá que esperar a que en estos días oree porque el problema también son los caminos", concluyeron.