Las precipitaciones de la última semana se concentraron en el centro-este de las provincias de Entre Ríos y Buenos Aires, y en sectores aislados de Santiago del Estero. Esto beneficia a la zona norte del área agrícola nacional, en donde la ventana óptima se encuentra próxima a finalizar, permitiendo avanzar fuertemente con las labores de siembra de trigo. En contraposición, estas lluvias agudizan el retraso de cobertura que se viene registrando en Entre Ríos, centro y sur de Santa Fe y en gran parte de Buenos Aires. Estas últimas regiones presentan serias dificultades para poder sembrar el área intencionada con los materiales correspondientes. No obstante, aún cuentan con un período de siembra superior a un mes, es decir que lo que suceda con el clima durante las próximas semanas será de suma importancia.

A la fecha se sembró el 20,1% de las 4.300.000 hectáreas previstas, de concretarse dicha superficie ello registraría un incremento interanual del 18,8% (campaña 2013/2014: 3,62 MHa). En números absolutos se cubrieron más de 860.000 hectáreas en el territorio nacional, mientras que a misma fecha de la campaña pasada se habían sembrado 1,16 MHa. El progreso intersemanal fue de 8,2 puntos porcentuales, y el retraso interanual se mantiene en 9,9 puntos.

Como recién mencionamos, la región NOA pudo avanzar con gran fluidez durante la última semana, apalancada por días soleados y buena humedad en el perfil. A medida que la cosecha de soja avanza, también las sembradoras van cubriendo parte de estos cuadros. En la zona se puede ver un gran movimiento de maquinarias, aprovechando los recursos disponibles. Por otro lado, se relevaron muy buenos nacimientos de lotes y el grueso de los cuadros ya se encuentra en una hoja expandida (V1); mientras que cuadros aislados ya comienzan la fase de macollaje, en muy buenas condiciones. Cabe destacar que en la zona se espera un marcado aumento de área, ya que en el ciclo previo la gran sequía que castigó a la región no permitió sembrar este cultivo invernal.

Hacia el NEA, si bien aún se relevan excesos de humedad en zonas puntuales, el clima favorable de los últimos días comienza a promover el drenaje de los campos. La siembra avanza a paso firme y ya se pueden ver lotes expandiendo las primeras hojas en buenas condiciones. El Centro-Norte de Córdoba es otra de las regiones que refleja un importante progreso en la siembra del cereal, debido a la buena humedad que hoy presentan los cuadros. Los primeros nacimientos fueron homogéneos, lo cual permite relevar óptimos stands de plantas.

En el Sudeste de Buenos Aires, una de las zonas núcleo trigueras del país, la siembra se encuentra demorada debido a retrasos en la cosecha de soja. Al mismo tiempo, en muchos casos no se han podido hacer los barbechos correspondientes, lo que también está ocasionando un retraso en la siembra. A la fecha, la gran mayoría de los cuadros sembrados se aprecian sobre rastrojos de girasol. En contraposición, en el Sudoeste de Buenos Aires y Sur de La Pampa los productores se encuentran muy incentivados por las buenas condiciones de humedad que presenta el perfil, lo cual refuerza la intención de incrementar la superficie triguera en comparación al área implantada durante la campaña previa.

Finalmente, en San Luis las labores de cobertura avanzan con normalidad, y esto se debe a la oportuna humedad que presentan los perfiles; se relevaron cuadros de ciclos largos expandiendo las primeras hojas en muy buenas condiciones.

Maíz

En este nuevo informe realizamos un ajuste en la producción final de maíz con destino grano comercial. Luego de un exhaustivo análisis dentro de las principales zonas maiceras nos vemos posibilitados a incrementar en 1 millón de toneladas la nueva proyección de volumen a cosecha. De esta manera, esperamos que la campaña maicera en curso finalice con un volumen de 25.000.000 toneladas, reflejando una merma del -7,4% en comparación al ciclo previo (Producción 2012/2013: 27 MTn). Como lo veníamos anticipando, las muy buenas productividades esperadas para los maíces tardíos en zonas como el NEA, NOA, Córdoba, Centro-Norte de Santa Fe y la zona Núcleo, apalancan esta nueva proyección.

Si bien aún las tareas de recolección se encuentran muy retrasadas respecto de las campañas anteriores, los primeros cuadros implantados en fechas tardías van denotando un marcado incremento en las productividades a cosecha. Las condiciones climáticas registradas durante el ciclo del cultivo ayudaron al cereal a denotar hoy este potencial de rinde. Potencial que hoy supera ampliamente la media de rinde para cada zona anteriormente mencionada.

A la fecha se llevan trilladas más de 1,4 millones de hectáreas que en números porcentuales sería el 41,6% del área apta a cosecha. Esta superficie acumula un volumen actual en chacra superior a los 10 millones de toneladas, registrando así un promedio de rinde nacional de 74 qq/Ha. De esta manera, podemos visualizar un leve movimiento intersemanal de tan sólo 3,1% y una gran demora en comparación al ciclo previo de -30%.

Las continuas lluvias que se vienen registrando en gran parte del área agrícola demoran la recolección de este importante cereal. A esto se le suma el gran porcentaje de siembras tardías en comparación con años anteriores que hacen aún mucho más marcado este retraso. De todos modos, hoy se puede apreciar un porcentaje de lotes de siembras tempranas que no han podido ser recolectados (20%). Estos se encuentran principalmente en la provincia de Buenos Aires donde se nota de manera muy marcada la problemática de accesos a los campos y donde aún hay un alto porcentaje de soja sin cosechar.

A su vez, se han comenzado a recolectar cuadros de siembras tardías del mes de diciembre. Si bien recién se lleva trillado el 10% de esta superficie a nivel nacional los rendimientos obtenidos hasta ahora son muy buenos encontrándose por encima de los promedios históricos zonales. Cuando más hacia el norte nos vamos ubicando, el porcentaje de siembras tardías se incrementa.

Los principales inconvenientes que hoy se presentan es la demora en la pérdida de humedad en el grano y la ocurrencia de fuertes ráfagas de vientos que puedan provocar el vuelco de estos materiales aun en pie. A esto se le puede sumar el control sanitario, teniendo en cuenta que el clima podría favorecer a la aparición de enfermedades que dañen la calidad del grano.