La empresa EDES describió a través de un comunicado que "debido a cambios en el sistema de lectura, se ha registrado un retraso en el envío de comprobantes" de pago. Habitualmente cada ciclo de facturación contempla 30,5 días, pero en este caso sumaron entre 40 y 45 días, se detalló, y se explicó que "eso hizo que los montos fueran superiores, porque el período de lectura fue mayor".

A esto hay que sumarle el aumento de los cargos fijos en el último semestre. Por ello el combo es explosivo para los vecinos, quienes vieron cómo subieron los gráficos de barra de sus consumos y la consiguiente facturación.

Pero en la factura existen los impuestos, que se cobran en porcentajes respecto al componente imponible y eso hace que las boletas se incrementen aún más. Los que más afectan son el IVA (21 %). También la Ley 11.769 que crea el "Fondo Provincial de Compensaciones Tarifarias", estableciendo un 5% aplicado al consumo de energía. Y la denominada Ley 10.740 "Tasa de Iluminación Municipal", que actualmente está fijada -en La Madrid- en un 38,5 %.

Creada en la década de los 90, esa última tasa (Ley 10.740) se fija de acuerdo a la Ordenanza Fiscal e Impositiva de cada municipio.

En los fundamentos originales se detallaba que las comunas deben hacer enormes erogaciones de dinero a las empresas "por la prestación de servicios públicos y que en mayoría de los casos se les torna imposible recuperar tales cantidades de dinero, dado que los particulares usuarios no cumplen con la obligación de pagar lo que a ellos les incumbe".

En La Madrid, por mucho tiempo se mantuvo en el 43 por ciento; desde este año se bajó al 38,5 e igualmente continúa impactando de lleno en la facturación final.

Según los datos a los que accedió esta Agencia, lo presupuestado para 2019 en esta tasa ascendía a 7,1 millones de pesos y lo que se ha cobrado hasta junio son más de 6 millones. A esto se le debe sumar el remanente ejercicio del año 2018 y lo que se percibe por la Ley 11.769.

¿Cómo es la cobrabilidad? Como se explicó en párrafos anteriores, la Tasa de Alumbrado Público se cobra junto con la boleta de luz (a excepción de los terrenos baldíos y los que no están conectados a la red). La empresa EDES lo percibe y a su vez le cobra a la Municipalidad los gastos de alumbrado público y las dependencias que dependen de ella: Polideportivo, el Palacio Municipal y Balneario, entre otras.

Fabián Menéndez explicó que "se hace una compensación entre lo que pagan los usuarios con cada tarifa y lo que gasta el Municipio. En años anteriores, como el servicio de luz se mantenía fijos y los montos de las facturas eran mucho más bajos, la Municipalidad "empataba" o perdía, pero ahora se hacen las compensaciones entre lo que se gasta en el alumbrado y lo que se percibe, "y hay superávit".

Para el contador, si se toma en cuenta lo que se presupuestó y lo que se pagará hasta fin de año habría un excedente a favor del Municipio, que sería por encima de los 5,6 millones de pesos.

"Con lo que se cobra por la Ley 10.740 se paga la iluminación de las calles y las dependencias municipales, y lo que sobra es de libre disponibilidad. El Intendente está facultado a invertirlo en lo que él disponga", sostiene.

El destino suele ser la concreción de obras, la compra de maquinarias y, en muchos casos, los salarios e incrementos otorgados a los empleados.

El candidato a concejal por el Frente de Todos propone que "se suspenda el cobro de la Tasa a partir de julio y hasta a fin de año, ya que lo estimado en la recaudación el Municipio tendría un superávit con el que podría afrontar el gasto del alumbrado, y además se estaría ayudando a los vecinos en esta situación angustiante".